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El Palenque de Dihigo

Colorín Colorado para el deporte latinoamericano

En realidad la teoría de la influencia de los colores en el comportamiento humano no era novedosa. Edwin B Babbit (1828-1905) publicó en 1878 los principios y poderes curativos de esta ciencia que llamó cromoterapia.

Edwin B Babbit. Fuente Externa.

Por Gilberto Dihigo
Nada humano me es ajeno.

Hace 24 años, en 1998, los Broncos vencieron a Empacadores de Green Bay en el Supertazón y ese triunfo fue vaticinado por un psicólogo del color, quien dijo que el color azul de los Broncos le quitaría energía a los Empacadores y el resultado final ofreció la razón a singular pronostico.

En realidad la teoría de la influencia de los colores en el comportamiento humano no era novedosa. Edwin B Babbit (1828-1905) publicó en 1878 los principios y poderes curativos de esta ciencia que llamó cromoterapia.

Aseguran especialistas que las respuestas del ser humano ante los efectos del color y la luz solar tienen su raíz en el atavismo genético que data de la época en que los hombres primitivos debían resguardarse en las grutas para pasar el invierno.

Por eso los colores que asemejan al sol -rojo y amarillo- son los mas excitantes, mientras los que tienden a la nocturnidad -azul y violeta- actúan como sedantes. Los colores fríos, según los sicólogos de esta especialidad, son verde, violeta y azul, mientras que amarillo, naranja y rojo clasifican entre los calientes. Babitt aseguró que los músculos se activan ante los colores cálidos y se relajan ante los fríos.

Con esos poderes casi mágicos de los colores, los países con menos recursos económicos podrían solucionar problemas tan angustiosos como el hambre, que castiga a mas de mil millones de personas en todo el planeta o la terrible desnutrición que se lleva a más de 6 millones de niños todos los años.

Si uniforman con colores cálidos a los pobres, tal vez no sientan el ropaje de la miseria, causante directa de esos males terribles. Ese proceso seria fantástico para el deporte de latinoamericano.

Las delegaciones deportivas del subcontinente en Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales ganarían más medallas de oro; no será necesario que los mejores atletas de esta área geográfica emigren hacia Europa o Estados Unidos para eludir el atraso tecnológico y económico que agobian a las naciones de esa porción del mundo.

El color rojo debe predominar en los trajes deportivos latinoamericanos. Lo único malo es que esa tendencia resultaría un poco comunista para quienes combaten esa tendencia ideológica, pero ni modo, si el problema de los colores soluciona la frustración de quedar entre los últimos lugares, pues que se aguanten los anticomunistas.

¿Y cómo explicar que equipos vestidos de blanco, color que aseguran es débil obtengan victorias?. ¿Será que los colores son tan temperamentales, como algunos seres humanos y ofrecen su utilidad según el día, la hora y estación del año?. Esa respuesta es tan inescrutable como saber que existe después de la muerte

La teoría de los colores dentro del deporte, aunque se tildada de irreal por algunos cronistas, tal vez, solo tal vez pudiera ser efectiva para los menesterosos, si se tiene en cuenta una frase del cineasta italiano Federico Fellini: “la imaginación es el mundo real, la realidad solo existe en nuestros sueños” y nuestros sueños deben empezar a la manera infantil o sea “Colorín colorado”.

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