Ralph Garr/ Fuente Externa
Por Rafael Baldayac
EFEMERIDES ESPECIAL 8 DE ENERO 1971:
Ralph Garr, jardinero norteamericano que reforzó a las Estrellas Orientales en cuatro temporadas, ha sido el mejor bateador extranjero en la historia del béisbol dominicano. Lo que hizo Garr en la pelota criolla es sencillamente irrepetible. Su promedio de bateo más bajo fue .387 y en dos oportunidades tuvo un average por encima de .400.
El 8 de enero de 1971, hace 50 años, Garr conectó tres imparables contra el picher aguilucho Archie Reynolds para llegar a 88 hits en la temporada del beisbol invernal dominicano 1970-71, y aunque las Aguilas Cibaeñas ganaron el juego 6-1 a los orientales en el Estadio Cibao, la fecha es recordada por el hecho de que Garr en este partido rompió la marca de 85 hits que tenía el criollo Felipe Rojas Alou desde 1958-59.
Garr sumó 17 imparables más para terminar con record de 105 indiscutibles en la campaña regular.
En esa la estación 1970-71, Garr tuvo un desempeño antológico estableciendo varias marcas ofensivas, que aún se mantienen incólumes en la pelota criolla.
El jardinero estadounidense en el señalado campeonato, cerró con un astronómico average de .457, tras conectar 105 indiscutibles en 230 visitas al plato, se estafó 23 bases, produjo 24 vueltas y anotó 58. Entre sus batazos de hit se contaron 12 dobles, 4 triples y 3 jonrones.
El bateador zurdo de las Estrellas lideró los renglones de hit, carreras anotadas, bases robadas y bateo individual. Su promedio de bateo en esa campaña, además de sus totales de anotadas y hits son récords en nuestro béisbol con etiqueta de irrompibles.
Ha sido una de las mejores cinco campañas ofensivas en la historia del béisbol otoño-invernal dominicano, por donde han desfilado grandes jugadores, quienes han dejado un legado de calidad incuestionable en los distintos equipos que conforman la Lidom.
La actuación de Ralph Garr en la campaña 1970-71, solo es comparable en grado superlativo con las históricas temporadas de Felipe Rojas Alou (1958-59), Mateo Rojas Alou (1968-69), Manuel Mota (1963-64) y Miguel Diloné (1976-77).
Garr patentizó de por vida el récord de hits en una estación
Garr que en nuestro beisbol tiene en su poder esta sagrada marca de más hits en una temporada con 105, jugó durante 13 temporadas en las Grandes Ligas, ganando el liderato de bateo en 1974 con los Bravos de Atlanta, y asistiendo al Juego de Estrellas de esa misma temporada.
En sus primeras tres campañas, entre 1969 y 1972, lideró el circuito en bateo con averages de .387, .457 y .388, en hits con 79, 105, 88 y en carreras anotadas con 37, 58 y 39, además de encabezar dos veces el encasillado de bases robadas, con 23 en ambas ocasiones, en 1969-70 y 1970-71 y en una ocasión, el apartado de triples con 6, en 1971-72.
Mientras que en esa estación 1970-71, reitero, estableció récords de todos los tiempos en promedio de bateo, hits y carreras anotadas, marcas que a pesar de los años transcurridos aún se mantienen vigentes.
Su average en esa campaña fue de .457, al disparar 105 hits en 230 turnos, anotó 58 vueltas y empujó 24, disparó 12 dobles, 4 triples y 3 jonrones, y se estafó 23 bases.
Un año antes, en el campeonato 1969-70, tuvo 23 bases robadas, cifra que significó un nuevo récord en el béisbol dominicano, y marca que el mismo igualaría en el torneo siguiente. Esa marca de estafas sería rota varios años después (1974-75), por la Saeta Cibaeña, Miguel Diloné.
Luego de una ausencia de ocho años, regresó con el conjunto verde en el campeonato 1980-81, azotando nuevamente el pitcheo contrario.
Terminó con average de .419, en 26 partidos y no ganó el liderato, porque no alcanzó las apariciones al bate necesarias.
En total, su promedio de bateo en cuatro temporadas fue de .412, hazaña sin precedentes en el béisbol criollo para un jugador con la cantidad de turnos que agotó Garr (735).
Estrellas Orientales, único equipo con más de un bateador con .400 de promedio.
Las Estrellas Orientales es el único equipo del béisbol profesional dominicano con más de un bateador de .400 o más de promedio en una temporada: Ralph Garr, Pedro Hernández y Julio César Franco.
Garr estrenó el club de 5 miembros de bateadores de .400 o más en el béisbol rentado local, cuando estableció el record a un vigente del circuito, con un promedio de .457, en la temporada de 1970-1971.
El jardinero del equipo verde bateó de 203-105, estableciendo una marca de imparables, aún vigente, que incluía 12 dobles, 4 triples y 3 jonrones, en una de las campañas más dominantes que ha tenido un bateador frente al pitcheo de una liga en el béisbol del Caribe.
Su promedio de embasarse fue .508 (record) y el slugging .583. Su OPS fue 1.090 (record para la época y quinto en la actualidad, entre los mejores de todos los tiempos). Remolcó 24 carreras y anotó 58 (record), en 56 partidos, en los cuales igualó su propio record de bases robadas (23), establecido una temporada antes.
Hernández fue el primero entre los peloteros dominicanos en arribar a la exclusiva marca de promedio al bate (.400), también con las Estrellas, en la contienda de 1981-1982, en la cual bateó .408.
El nativo de La Romana se fue de 157-64, en 43 partidos, en los cuales solo se ponchó 13 veces y recibió apenas 5 bases por bolas. Fue líder de la Liga en triples (5). No pegó jonrón alguno. Su promedio de embasarse fue .429 y tuvo slugging de .516.
Franco maniató el pitcheo de la liga en 1997-1998, cuando bateó para promedio de .436 y se anexó el liderato del encasillado, para así convertirse en el tercer dominicano que lograba la hazaña en el país y en las Grandes (los otros dos han sido Rico Carty y Mateo Rojas Alou).
Originalmente un torpedero que luego pasó a defender la intermedia, Franco ganó el título como el mejor bateador de la Liga Americana, mientras defendía esa última posición para los Vigilantes de Texas, en 1991.
Cuando sus facultades ya no le permitían defender el centro del cuadro interior, Franco pasó a jugar en la primera base. Fue entonces cuando tuvo su mágica temporada con las Estrellas, equipo para el cual también actuó como bateador designado.
El nativo de San Pedro de Macorís bateó de 133-58, con 9 dobles y tres cuadrangulares. Remolcó 26 carreras en 35 juegos, en los cuales su promedio de embasarse fue .500 y el de slugging .571; para un OPS de 1,071 (séptimo entre los mejores de la historia).
Los otros dos bateadores de .400 o más en la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana han sido Ángel González (.434), con las Águilas Cibaeñas (1989-1990); y Domingo Cedeño (.419), con los entonces Azucareros del Este (1995-1996).
A ese grupo de bateadores con promedios de .400 o más, en la historia del béisbol profesional dominicano, les siguen, con sus respectivos promedios: Ken Landreaux (.394), con Tigres del Licey (1980-81); Mateo Rojas Alou (.390), con los Leones del Escogido (19868-1969).
Además Pablo Ozuna (.390), con Estrellas (2008-2009); Ralph Garr (.388), con Estrellas (1971-1972); Ralph Garr (.387), con Estrellas (1969-1970); Jim Beauchamp (.387), con Licey (1970-1971); Joaquín Arias (.387), con Águilas Cibaeñas (2011-2012).
Carty, Garr y Franco únicos en ganar título de bateo en pelota R.D. y Grandes Ligas
Rico Carty, Ralph Garr y Julio Franco forman una especial trilogía, ya que los tres ganaron el cetro de bateo tanto con el conjunto de las Estrellas Orientales como en las Grandes Ligas.
De manera que las Estrellas Orientales es el único equipo de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana que ha tenido en sus filas a tres ganadores del título de bateo en la liga dominicana y en las mayores.
Esos tres jugadores han sido Carty, Garr y Franco, quienes ganaron los cetros reservados para los bateadores del mejor promedio de bateo en una temporada, en la pelota invernal quisqueyana y en la Gran Carpa, constituyen caso único.
Carty se llevó el liderato de bateo con las Estrellas en la campaña de 1967-68, en la cual bateó .350 (183-64) y condujo al equipo al campeonato nacional.
Garr tuvo un promedio de bateo de por vida fue de .412, el más alto de la historia, para un pelotero con por lo menos 100 juegos jugados.
Un par de años más tarde (1970), el nativo de San Pedro de Macorís “macheteó” en forma inmisericorde a los lanzadores de la Liga Nacional, ante quienes bateó .366.
Garr hizo lo mismo en 1974, también en el más viejo de los dos circuitos mayores, cuando bateó .353, también con los Bravos.
El excitante jardinero fue tres veces líder de bateo en la Liga Dominicana, donde dejó sembrado su nombre para el recuerdo eterno, con promedios de .387 (1969-70), .457 (1970-71) y .388 (1971-72).
Su promedio de .457 (230-105) es el más alto para un bateador en el circuito local. Como también constituye una cifra record su cantidad de hits (105).
En 1980-81, Garr regresó al país con las Estrellas y bateó .419, aunque de manera nominal (74-31).
Su promedio de bateo de por vida fue de .412, el más alto de la historia, para un pelotero con por lo menos 100 juegos. Garr actuó en 186 partidos de las Estrellas.
Franco emuló a Garr al pasar la barrera de los .400, cuando en la temporada de 1997-98 bateó .436 (133-58).
Ya antes, Franco se había adueñado del cetro como el mejor bateador de la Liga Americana, cuando en 1991 bateó .341, con los Vigilantes de Texas.
Al batear para .436 con las Estrellas, Franco se convirtió en el tercer jugador de ese club que ha superado la barrera de los .400 en una temporada, en la Liga Dominicana, donde solo cinco bateadores lo han logrado:
Garr (Estrellas), Pedro Hernández (.408 con Estrellas), Ángel González (.434 con Águilas), Domingo Cedeño (.419 con Azucareros) y el mencionado portento petromacorisano (Franco).
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