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Efemerides Rafael Baldayac

Los partidos de menor y mayor duración en MLB

Una de las muchas virtudes que tiene el béisbol es que no depende del reloj. En el “Rey de los Deportes”, un regreso siempre es posible. El juego no acaba hasta que sacas el out 27 — o, en ocasiones, muchos más. Conozca la historia del juego flash Detroit-Yankis solo duro 1 hora 13 minutos.

EFEMERIDES ESPECIAL 8 DE AGOSTO 1920:

Por Rafael Baldayac

El domingo 8 de Agosto de 1920, se celebró  el partido más rápido en la historia de la Liga Americana donde los Tigres de Detroit vencieron 1-0 a los Yankees de Nueva York  en un choque que duró apenas 73 minutos ( 1 hora 13 minutos) durante las nueve entradas.

Unos 28 mil  fanáticos vieron pasar el juego más rápido de la Liga Americana, prácticamente sin calentar sus butacas, en el viejo Navin Field hogar de los  Tigres de Detroit.

Howard Ehmke (10-13) lanzó la blanqueada de solo 3 hits, con una base y ocho ponches para llevarse la victoria por los Tigres, mientras que Rip Collins (9-6) que también cubrió toda la ruta permitiendo la única carrera del juego, cedió dos boletos y abanico a dos rivales.

Detroit anotó la única vuelta contra Collins en el cuarto episodio cuando el estelar patrullero central Ty Cobb abrió ese inning con doble al prado izquierdo, el jardinero Bobby Veach se sacrificó de pitcher a primera para avanzar el corredor a la antesala con solo un out.

Bateando en esa situación el inicialista Harry Heilmann vino un wild pitch permitiendo a anotar a Cobb  con la vuelta que a la postre decidió  el juego a favor de los dueños de la casa.

El bateador conectó sencillo al centro de toda manera, robó segunda, pero  el lanzador Collins sofocó la rebelión ponchando al jardinero Chick Shorten y retirando con fácil rodado vía 1-3 al torpedero Babe Pinelli.

Ty Cobb fue el mejor a la ofensiva pegando doblete y sencillo con una anotada, el pitcher Ehmke despechó un doble, y con un sencillo se fueron el intermedista Ralph Young, Heilmann y Pinelli.

Los tres indiscutibles de los Yankis, todos sencillos,  se lo repartieron el campocortista Roger Penkinpaugh, el segunda base Del Pratt y el guardabosque central Ping Bodie.

El legendario jardinero derecho Babe Ruth  se fue en blanco en tres turnos- ante los lanzamientos de Howard Ehmke- recibió una base por bola y fue atrapado robando con certero disparo del catcher felino Oscar Stanage.

JUEGO MÁS RÁPIDO EN HISTORIA MLB

Con la tendencia de Rob Manfred y su implacable ánimo de buscar la optimización de los juegos, se ha venido reviviendo el mito entre los incrédulos de que el béisbol es un deporte demasiado extenso.

La administración Manfred ha hecho una serie de gestiones para acortar los tiempos de los enfrentamientos sin muchos resultados a su favor.

En esta temporada se vio un incremento en la duración de los partidos, de hecho, desde 2012 el tiempo de juego no se ha podido bajar de las tres horas.

Con esta pelota trucada –perdón quise decir más viva– la ofensiva ha retomado protagonismo y naturalmente, los juegos se extienden un poco más, algo que al parecer le molesta mucho a Manfred.

No me preguntes cómo, pero dándole vueltas a este tema, me hice una pregunta que estoy seguro que en algún momento de tu vida, te la has hecho también.

¿Cuál es el juego más rápido en la historia de las Grandes Ligas? Como ha sido costumbre en las últimas ediciones, nos tenemos que mover bastante en la línea cronológica y hemos de retroceder exactamente cien años.

Corría la temporada del 1919, para ubicarte mejor, Babe Ruth apenas comenzaba a pegar cuadrangulares, la campaña estaba por finalizar y a la fecha del 28 de septiembre, todo estaba definido. Era el antepenúltimo juego de un año desastroso para los Phillies de Philadelphia que en calidad de visita, se enfrentaron a los Gigantes de Nueva York en el primer partido de una cartelera doble.

Sin motivación alguna para ninguna de las escuadras, ya que ambas terminaron fuera de la clasificación a la Serie Mundial de 1919,  comenzaron el juego los mismos lanzadores que lo terminaron, Jesse Barnes por los de New York City y Lee Meadows por Phillies.

Se cuenta que lo menos que pensaban los jugadores de Phillies, era en jugar al béisbol, casi todos hacían swing al primer lanzamiento y al caer el 27, solo ligaron 5 hits y anotaron una carrera.

BOX SCORE

Su contraparte, los Gigantes aprovecharon el buen ritmo del partido y subieron 6 carreras a la pizarra, destacándose el Hall of Fame, High Pockets Kelly (1B) que se fue de 4-3 y una anotada.

En total 36 jugadores fueron puestos out con batazos en forma de rollings, 21 veces roletearon los Phillies y 15 los Gigantes, es decir, dos tercios de juego fueron dentro del infield.

La duración final que recogen los libros de anotaciones: 51 minutos de juego, calificando para el juego más rápido en la historia de las Grandes Ligas.

Déjame repetirlo, 51 minutos… ¡Impresionante!

PIZARRA FINAL

Hubo un intento de romper el récord siete años después aunque quedó corto. En la Liga Americana, 55 minutos de enfrentamiento entre los Yankees de New York y los Browns de St. Louis con victoria para los de STL. (Datos tomados de http://www.fangraphs.com y http://www.baseball-reference.com)

Beisbol organizado: el juego más largo… y el más corto

En la historia del béisbol organizado, el juego más largo tuvo lugar en 1981 y enfrentó a los Medias Rojas de Pawtucket y las Alas Rojas de Rochester, correspondiente a la Liga Internacional, categoría Triple A, en Estados Unidos.

El partido se suspendió empatado en 21 entradas, pero no pudo reanudarse hasta dos meses después. Cuando volvió a jugarse transcurrieron 12 capítulos más hasta el triunfo del Pawtucket, luego de ¡33 episodios!, según el periodista dominicano Bienvenido Rojas.

La otra cara de la moneda fue el desafío entre los conjuntos de Winston Salem y Asheville, el 20 de agosto de 1916. El primero de esos equipos le informó al mentor de Asheville, Jack Corbett, la necesidad de que todo el elenco tomara un tren a las 3:00 p.m., por lo que necesitaban su cooperación.

Comenzaron las hostilidades a la 1:28 p.m. y finalizaron a la 1:59 p.m. Todos los bateadores le hicieron swing al primer lanzamiento y la duración del encuentro fue de 31 minutos, con victoria del Winston Salem 2 por 1. Llegaron a tiempo para tomar el tren

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CUALES HAN SIDO LOS PARTIDOS DE MAYOR DURACIÓN EN GRANDES LIGAS?

Una de las muchas virtudes que tiene el béisbol es que no depende del reloj. En el “Rey de los Deportes”, un regreso siempre es posible. El juego no acaba hasta que sacas el out 27 — o, en ocasiones, muchos más.

Los juegos de extrainnings no son nada inusuales en las Grandes Ligas, por supuesto. Pero algunos partidos en la historia de MLB se han ido al extremo de verdad.  De vez en cuando, dos equipos se miden en el diamante y producen un juego mucho más largo de lo que un duelo de nueve entradas normalmente duraría – incluso más allá de la barrera de las 20 entradas.

En MLB.com, hemos decidido examinar esos choques maratónicos. A continuación, los juegos más largos, por mayor cantidad de innings, en la historia de Grandes Ligas desde 1900.

  1. 1ro. de mayo de 1920: Brooklyn Robins 1, Bravos de Boston 1.

Duración: 26 entradas. Este juego hubiese sido eterno de haber existido alumbrado en el estadio; fue suspendido debido a la oscuridad después de solamente tres horas y 50 minutos. Los Robins (predecesores de los Dodgers) anotaron su carrera en la quinta y luego la ofensiva de Boston les respondió en la sexta. Entonces: puras argollas, durante 20 episodios en fila.

La parte más increíble es que este encuentro requirió de solamente dos lanzadores — Leon Cadore de Brooklyn y Joe Oeschger de Boston tomaron la bola por sus respectivos equipos y nunca la cedieron, lanzando cada uno de los 26 episodios del encuentro. De alguna manera, ambos cedieron una sola  carrera cada uno. «Si un pitcher no era capaz de lanzar toda la ruta», le diría Oeschger al diario Sarasota Herald-Tribune décadas después, «pronto se encontraría con otra forma de empleo».

  1. (Empate). 8 de mayo 1984: White Sox de Chicago 7, Cerveceros de Milwaukee 6

Duración: 25 entradas. Éste es el partido más largo en la historia de MLB en lo que a tiempo se refiere. Necesitó de ocho horas y seis minutos – y tuvo que ser realizado en dos días.

El encuentro comenzó a las 7:30 p.m. el 8 de mayo de 1984 en el Comiskey Park, pero se suspendió después de 17 entradas con el marcador empatado 3-3 debido a una regla que existía de que ningún nuevo inning debía empezar después de las 1:00 a.m. El juego se reanudó la noche siguiente, 9 de mayo de 1984 y finalmente, en la parte baja del 25to episodio, Harold Baines de los Medias Blancas bateó un jonrón frente a Chuck Porter para finalizar el desafío.

  1. (Empate). 11 de septiembre 1974: Cardenales de San Luis 4, Mets de Nueva York 3

Duración: 25 entradas. Los 13,460 fanáticos que se dieron cita en el Shea Stadium aquella noche de miércoles en septiembre no tenían idea de lo que estaban a punto de presenciar: Un juego de siete horas y cuatro minutos que no terminaría sino hasta las 3:13 de la madrugada, convirtiéndose en el partido continuo más largo en la historia de Grandes Ligas (por innings) en el cual se decidió un ganador.

Jerry Koosman abrió la novena entrada con la ventaja 3-1 para los Mets, pero cedió un jonrón de dos carreras de Ken Reitz con dos outs. Ningún equipo volvió a anotar hasta la 25ta, cuando Bake McBride de San Luis abrió el episodio con un sencillo de piernas y luego anotó desde la primera base tras un mal tiro de Hank Webb a la inicial.

Cerca del amanecer, los Cardenales aguantaron para salir victoriosos 4-3. Los Mets calcularon que unos 1,000 aficionados permanecieron en las gradas hasta el final. Joe Torre, entonces jardinero de los Cardenales, dijo después: «Ése fue el partido de 25 entradas más rápido que haya jugado”.

  1. (Empate). 15 de abril de 1968: Astros de Houston 1, Mets de Nueva York 0

Duración: 24 entradas. Increíblemente, este juego permaneció sin carreras hasta la parte baja de la 24ta, el trecho más largo en el que un partido de Grandes Ligas ha estado en blanco. El duelo de seis horas y seis minutos de duración en el Astrodome comenzó con el Salón de la Fama Tom Seaver en el montículo por los Mets y con Don Wilson por los Astros.

El juego finalmente se decidió en el 24to capítulo. Con las bases llenas y un out, Bob Aspromonte de Houston conectó un roletazo de rutina al campo corto. Podría haber sido un doble-play para terminar la entrada y enviar el juego a la 25ta. Pero el batazo se escurrió entre las piernas del shortstop Al Weis, permitiendo la única carrera, en este caso la de oro, para terminar el encuentro.

«Simplemente la regué feo», exclamó Weis después del choque.

  1. (Empate). 21 de julio de 1945: Tigres de Detroit 1, Atléticos de Filadelfia 1

Duración: 24 entradas. Antes de que los Medias Blancas y los Cerveceros los superaran cuatro décadas después, los Tigres y los Atléticos tenían el récord de la Liga Americana del juego más largo. Este duelo, al igual que el récord de 26 entradas de los Robins y los Bravos, terminó en un empate. Los dos equipos se reunieron un sábado por la tarde en el Parque Shibe de Filadelfia y jugaron las 24 entradas en cuatro horas y 48 minutos.

Tanto los Tigres como los Atléticos utilizaron solamente dos lanzadores. Por los Felinos, Les Mueller se encargó de los primeros 19.2 episodios, permitiendo una sola carrera limpia. Por los Atléticos, Russ Christopher lanzó los primeros 13 innings con una carrera permitida.

 La única carrera de Filadelfia llegó en la parte baja de la cuarta, cuando Buddy Rosar conectó un sencillo productor al jardín izquierdo. Detroit emparejó los cartones en la parte alta del séptimo acto mediante un roletazo productor de Doc Cramer. Así es como el marcador permaneció hasta que el juego fue detenido debido a la falta de luz.

  1. (Empate). 1ro de septiembre de 1906: Atléticos de Filadelfia 4, Americanos de Boston 1. Duración: 24 entradas. Connie Mack dirigió los Atléticos durante tanto tiempo que formó parte de dos juegos diferentes de 24 entradas con casi cuatro décadas de diferencia.

 

Mack apenas estaba en su sexta temporada en Filadelfia cuando el primero de esos partidos tuvo lugar ante una multitud estimada de 18,000 fanáticos un sábado por la tarde en Huntington Avenue Grounds en Boston, el hogar de los Medias Rojas antes del Fenway Park.

Con el partido empatado 1-1 en la 24ta, los Atléticos se despegaron en la pizarra con un sencillo que rompió el empate de Osee Schrecongost y triples productores de Socks Seybold y Danny Murphy. Mientras la noche comenzaba a caer, Filadelfia selló la victoria. Ambos lanzadores abridores – el novato de los Atléticos, Jack Coombs, y Joe Harris de los Americanos – lanzaron el juego completo.

 

7 (Empate). 31 de mayo de 1964: Gigantes de San Francisco 8, Mets de Nueva York 6

Duración: 23 entradas. Un juego de 25, luego otro de 24, y ahora uno de 23 entradas para los Mets, que es el único equipo de MLB en disputar tres partidos de por lo menos 23 innings. Desafortunadamente para ellos, perdieron cada uno de los tres.

El encuentro disputado en el Shea Stadium duró siete horas y 23 minutos y tuvo una asistencia de 57,037 aficionados. En relevo, Gaylord Perry lanzó más entradas que los dos abridores al permanecer en la loma 10 actos por los Gigantes y llevarse la victoria –Bobby Bolin lanzó 6.2 episodios por San Francisco y Bill Wakefield 2.0 por Nueva York.

Tras sacar los primeros dos outs en el 23er episodio, el derrotado Galen Cisco aceptó un triple de Jim Davenport, dio una base intencional a Cap Peterson, permitió un doble remolcador a Del Crandall y finalmente concedió un sencillo productor al dominicano Jesús Alou.

7 (Empate). 27 de junio de 1939: Dodgers de Brooklyn 2, Boston Bees 2

Duración: 23 entradas. Para 1939, los Robins se habían convertido en los Dodgers, mientras que los Bravos estaban en medio de un trecho de cinco años en los que jugaron bajo el nombre de Bees.

En el mismo escenario del Braves Field, pero 19 años después, Brooklyn y Boston se midieron de nueva cuenta y jugaron 23 episodios –la anterior fueron 26– en cinco horas y quince minutos ante 2,457 fanáticos. Lo único que se mantuvo fue un empate, pero ahora 2-2.

Whit Wyatt lanzó 16 entradas por los Dodgers y Lou Fette apenas nueve actos por los Bees. En las últimas 15 entradas, ninguna de las dos escuadras pudo anotar, luego de que los Dodgers empataran el marcador 2-2 en la parte alta de la octava.

Juegos de 22 entradas

Ha habido solamente ocho juegos de Grandes Ligas de por lo menos 23 innings, mientras que se han dado exactamente nueve de 22 episodios cada uno. A continuación, un resumen de la siguiente clasificación de partidos más largos en la historia.

17 de abril de 2008: Rockies de Colorado 2, Padres de San Diego 1

Los Rockies prevalecieron en un maratón de seis horas y 16 minutos ante los Padres en Petco Park. El juego inició con un duelo de pitcheo entre Jake Peavy de San Diego y Jeff Francis de Colorado, con ambos colgando siete argollas. Con el encuentro empatado 1-1 en la 22da, Troy Tulowitzki produjo la carrera del despegue con un doblete y los Rockies ganaron.

31 de agosto de 1993: Mellizos de Minnesota 5, Indios de Cleveland 4

Los rivales de la Central de la Liga Americana se enfrentaron por seis horas y 17 minutos en el Metrodome, antes de que el equipo de casa saliera airoso. Con la pizarra empatada 4-4 en el 22do acto, el puertorriqueño Pedro Muñoz le puso fin al maratón con un cañonazo de oro frente a Jason Grimsley.

23 de agosto de 1989: Dodgers de Los Angeles 1, Expos de Montreal 0

El cotejo de seis horas y 14 minutos celebrado en el estadio Olímpico de Montreal terminó a favor de los visitantes. Nadie anotó hasta la 22da y última entrada, cuando Rick Dempsey abrió con un cañonazo en solitario en contra del as de los Expos, el nicaragüense Dennis Martínez, quien había entrado a relevar.

Los Ángeles obtuvo sólidas actuaciones de Orel Hershiser, quien blanqueó a los Expos en los primeros siete innings, y del novato John Wetteland, quien hizo lo propio en los últimos seis actos.

3 de junio de 1989: Astros de Houston 5, Dodgers de Los Angeles 4

Los Astros se impusieron a los Dodgers en este maratón de siete horas y 14 minutos disputado en el Astrodome. El marcador se encontraba empatado 4-4 después de seis innings. A partir de ahí, los equipos disputaron 15.1 entradas sin anotar carrera alguna. Pero en la parte baja de la 22da, el dominicano Rafael Ramírez conectó un sencillo de oro por el jardín derecho para catapultar a Houston.

12 de mayo de 1972: Cerveceros de Milwaukee 4, Mellizos de Minnesota 3.

 Los Cerveceros visitaron el Estadio Metropolitano y sacaron un triunfo sobre los Mellizos después de cinco horas y 47 minutos.  Tras 14 innings sin poder anotar carrera, Milwaukee rompió el empate en el 22do acto con un sencillo de Mike Ferraro ante nada más y nada menos que Bert Blyleven, el miembro del Salón de la Fama que en aquel entonces tenía apenas 21 años de edad.

 

12 de junio de 1967: Senadores de Washington 6, Medias Blancas de Chicago 5

Necesitó de seis horas y 38 minutos, pero el equipo de casa finalmente prevaleció en el D.C. Stadium. Los Senadores y los Medias Blancas permanecieron empatados 5-5 hasta la parte baja de la 22da entrada, cuando Paul Casanova vino a batear por los Senadores con las bases llenas y conecto un sencillo de oro por el jardín izquierdo.

24 de junio de 1962: Yankees de Nueva York 9, Tigres de Detroit 7

Los Yankees salieron victoriosos en este maratón de siete horas en el Tiger Stadium. El marcador permanecía empatado 7-7 cuando en la parte alta de la 22da entrada Jack Reed disparó un cuadrangular de dos carreras frente a Phil Regan para darle a Nueva York la ventaja definitiva.

El cuarto tolete de los Felinos, Rocky Colavito, bateó de 10-7, convirtiéndose en apenas uno de seis jugadores en la historia de MLB con un partido de siete imparables, sin importar la duración del encuentro.

 

17 de mayo de 1927: Cachorros de Chicago 4, Bravos de Boston 3

Bob Smith de Boston fue víctima de una desafortunada derrota en este duelo celebrado en el Braves Field – el serpentinero lanzó cada uno de los 22 innings pero le cedió la carrera decisiva a Charlie Grimm de los Cachorros en la 22da. Chicago, mientras tanto, dividió la carga de entradas entre tres serpentineros. El miembro del Salón de la Fama, Hack Wilson, bateo de 8-4 por Chicago.

22 de agosto de 1917: Robins de Brooklyn 6, Piratas de Pittsburgh 5

Ustedes recordarán que Leon Cadore fue el abridor de los Robins que lanzó cada uno de los 26 innings del juego más largo en la historia de Grandes Ligas.

Bueno, este mismo serpentinero abrió este maratón de 22 episodios en el Ebbets Field tres años antes, aunque esta vez solamente lanzó siete episodios y salió del juego después de que los Piratas le empataron el partido con un par de carreras en la sexta y séptima entradas.

Larry Cheney entró en relevo y lanzó 13 actos en blanco, seguido por el miembro del Salón de la Fama Rube Marquard, quien ingresó al encuentro en la 21ra entrada y tiró los dos últimos actos. Por los Piratas, Elmer Jacobs trabajó 16.2 innings en relevo y cedió una sola carrera… desafortunadamente, fue la carrera ganadora.///

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