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Efemerides Rafael Baldayac

Hace 130 años se jugó primer juego público de baloncesto

Este primer juego público del deporte del canasto y el balón fue celebrado el viernes 11 de marzo de 1892.

EFEMERIDES ESPECIAL 11 DE MARZO 1892:

Por Rafael Baldayac

Una reseña publicada en el periódico Springfield Republican, sería la piedra angular de cualquier colección de recuerdos de la historia del baloncesto, ya que contiene nada menos que la crónica del primer partido que se celebró a nivel público.

La publicación en el principal diario de la ciudad donde se jugaba y donde se inventó el juego es la fuente fidedigna que da testimonio de este primer encuentro en la historia del baloncesto hace 130 años.

Este primer juego público del deporte del canasto y el balón fue celebrado el viernes 11 de marzo de 1892, precisamente 21 días después que el baloncesto, tal y como lo conocemos ahora, fuera inventado por un profesor de educación física llamado James Naismith.

En su juego original, que inventó el sábado 21 de diciembre de 1891, mientras trabajaba como entrenador en Springfield, Massachusetts YMCA (Asociación Cristiana de Hombres Jóvenes), Naismith usaba una pelota de fútbol que se arrojaba a canastas de durazno (con la parte inferior intacta).

El director del departamento le pidió que buscara un juego con el que los atletas universitarios pudieran entrenarse dentro del gimnasio durante los meses de invierno.

Además de mantenerlos en forma, el nuevo juego debía reducir el contacto físico entre jugadores para evitar lesiones.

Tres semanas después, el 12 de marzo, en la  página 6 del periódico Springfield Republican aparece publicado  un excelente informe de este primer  juego, titulado «Basket Football Game».

La reseña periodística brinda muchos detalles, incluidos los nombres de los jugadores, que incluían al propio Naismith y también al famoso entrenador de fútbol Alonzo Stagg, quien era miembro del personal de Springfield College en ese momento.

Alonzo Stagg anotó la única canasta para el equipo de profesores.

Tenga en cuenta que en este momento, cuando se anotaba una canasta, se tenía que conseguir una escalera para sacar la pelota de la misma.

Una réplica de este histórico ejemplar del periódico se vende como colección. El mismo se  obtiene con el número completo de 10 páginas, ligeramente dorado en los bordes con algunas reparaciones menores de archivo cerca de los márgenes, por lo demás muy agradable.

La promoción de esta reliquia expresa que es la primera vez que  este número está a la venta y, como tal, es un elemento extremadamente importante para cualquier colección de historia del baloncesto.

Añade que dado que este fue un evento local sin importancia nacional en ese momento, es muy probable que nunca se haya informado en ningún otro periódico. Una oportunidad muy rara.

“También tenemos el volumen encuadernado completo del Springfield Republican de enero a junio de 1892 del que procede este juego y que probablemente tenga seguimiento y otras publicaciones precedentes del inicio del baloncesto también”.

NAISMITH PERSONAJE CENTRAL DEL BALONCESTO.

Mucho antes de Luka Doncic, LeBron James o Kobe Bryant, antes de Michael Jordan, Magic Johnson o Kareem Abdul-Jabbar, e incluso de Wilt Chamberlain o Bill Russell, el doctor James Naismith se convirtió en el personaje central del baloncesto.

El profesor James Naismith no solo  fue el que lo inventó, sino que también  le dio forma, el que lo modeló hasta convertirlo casi en lo que es hoy en día.

 

Naismith, profesor de este instituto en Springfield, Massachusetts, canadiense para más señas, creó un juego para que sus alumnos pudieran hacer deporte dentro del gimnasio, cuando los rigores del clima impedían practicarlo fuera.

Se le ocurrió colocar dos cestas para recoger manzanas a cada lado del gimnasio. En ellas habría que introducir un balón para lograr puntos. Ese era el espíritu, pero no salió como él quería.

UN PARTIDO PARA EL OLVIDO

Como él mismo contaría años después, «el primer partido fue una matanza». Sin reglas, los pioneros de aquel deporte, nueve por equipo, acabaron enzarzados en una monumental pelea en el centro de la pista.

 «Les enseñé las dos cestas de melocotones colgadas a ambos lados del gimnasio antes de explicarles que la idea era lanzar la pelota en la cesta del equipo –entonces formados por nueve jugadores– contrario. Soplé el silbato y así arrancó el primer partido de baloncesto», recordaba Naismith en un programa de radio.

Los chicos empezaron a cargar el uno contra el otro, a golpearse y darse puñetazos para acabar peleándose en mitad del gimnasio como si todo valiera»

 

«Los chicos empezaron a cargar el uno contra el otro, a golpearse y darse puñetazos para acabar peleándose en mitad del gimnasio como si todo valiera.

Aquello fue realmente una matanza. A veces, siento que preferiría no ver baloncesto», sentencia el profesor que cambió el rumbo de la historia del deporte.

LAS 13 REGLAS ORIGINALES DEL BALONCESTO

Nacieron así las primeras 13 reglas que el propio Naismith redactó y que regulaba el baloncesto. Desde no correr con el balón, hasta no golpear a los adversarios, las faltas, los puntos, qué equipo gana… y hasta hoy.

130 años después el baloncesto celebra un nuevo aniversario mientras comprueba cómo crece y se expande por el mundo, gracias al invento de James Naismith, al que se recuerda, cada 11 de marzo y 21 de diciembre.

El baloncesto nació para controlar a adolescentes y se convirtió en un fenómeno.

Cuando el doctor James Naismith inventó el baloncesto el 1891, poco se podía imaginar que llegaría a ser el segundo deporte más popular del mundo, que se jugaría en más de 200 países y que se convertiría en una industria multimillonaria.

A pesar de tal logro, tuvo que pasar más de un siglo antes de que su ciudad natal canadiense decidiera, este mes, levantar una estatua en su honor.

«Deberíamos estar gritándolo desde los tejados», dice Stephanie Kolsters, conservadora del pequeño museo que hasta ahora era lo único que celebraba el logro de Naismith en Almonte, Ontario.

Pero, según el presidente de la Fundación James Naismith de Baloncesto, Allen Rae, árbitro de varios partidos olímpicos de baloncesto, la discreción en este sentido es una característica canadiense.

«En Canadá no hacemos mucho alboroto cuando se trata de nuestros héroes», dice Rae.

Patos y melocotones

Una gran piedra -la «Roca»- se erige en un altar en el centro del museo.

Es un tributo al juego que le sirvió de la inspiración a Naismith: el «Pato en la piedra», un juego que jugaba cuando pequeño.

La idea era lanzar una piedra con un tiro parabólico, golpeando una roca o pato que se encontraba en una base.

Este tipo de lanzamiento resultó ideal para el baloncesto, que nació de la necesidad de entretener a estudiantes.

FOTO: El primer equipo de baloncesto se formó en 1891.

En 1891, cuando enseñaba en el Springfield College, Naismith tuvo que lidiar con una clase de «incorregibles». A estos antagonistas se les tenía que mantener a cubierto durante el duro invierno de Nueva Inglaterra.

Tras fracasar intentando entretenerlos con los juegos clásicos, le encomendaron inventarse uno menos rudo.

Pensó que era mejor utilizar una bola grande pues se movía menos rápido; observó que, en los otros juegos, muchos choques se producían cuando la bola era cargada, pateada o golpeada con palos, y decidió que, para evitarlos, no se correría cargando la bola.

Finalmente, notó que las situaciones más violentas se daban al defender el arco, así que optó por ponerlo fuera de alcance.

Pero, ¿cómo meterían el gol? ¿Recuerdan el tiro del «Pato en la piedra»?

  En este caso, en lugar de una roca, los jugadores tendrían que lanzar la pelota, que en ese entonces era de fútbol, a dos cestas de melocotones atadas en lo alto de cada extremo del gimnasio.

El portero del recinto más tarde agujereó los fondos de las cestas cuando se cansó de tener que subir cada vez a bajar la pelota.

  El primer partido, en el que jugaban dos equipos de 9 jugadores, tuvo lugar el 21 de diciembre de 1891. El resultado final fue de 1-0.

Como más tarde dijo Naismith: «fue el principio del primer partido de baloncesto y el final de los problemas con esa clase».

BALONCESTO SU MOMENTO OLÍMPICO

A partir de aquí, el juego creció. Hubo sugerencias para que el juego se llamara «Naismith Ball», pero su modesto inventor lo llamó simplemente «baloncesto».

James Naismith vivió lo suficiente como para ver el baloncesto como deporte olímpico en los juegos olímpicos de Berlín en 1936. Murió el 1939.

Había nacido en 1861. Cuando sus padres murieron de fiebre tifoidea y a sus hermanos fueron criados por un tío.

Pese a que abandonó la escuela para trabajar como leñador, después volvió a la educación… y con ganas: se licenció en Educación Física en la Universidad McGill de Montreal, obtuvo una diplomatura en teología y, después de mudarse a Estados Unidos, llegó a ser médico.

Demostró ser un súper atleta como jugador de fútbol americano y como gimnasta mientras estudió en McGill, llegando a ser el primer director de atletismo de la universidad. Incluso algunos consideraron más tarde que fue el precursor del casco que se usa en el fútbol americano.

Siendo un hombre profundamente religioso, el doctor Naismith creía que el deporte «podía usarse para llevar a los hombres jóvenes por el buen camino».///

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