Por Rafael Baldayac
EFEMERIDES ESPECIAL 22 DE NOVIEMBRE 1950:
La fría noche del 22 de noviembre de 1950, en Minneapolis, una multitud de más de siete mil fanáticos asistió a un partido de la NBA donde los Fort Wayne Pistons terminaron con una racha de 29 victorias consecutivas en casa que tenían los Minneapolis Lakers logrando un pírrico triunfo 19-18, en el juego de menor puntuación en la historia de la NBA.
Obviamente, esto sucedió antes de que se introdujera el reloj de tiros en el juego. Esa regla se implementaría durante la temporada 1954-55.
Estos treinta y siete puntos anotados son el total más bajo en la historia de la NBA. Los Pistons tomaron una ventaja inicial de 8-7 en el primer cuarto antes de que los Lakers lo recuperaran. Para el medio tiempo el equipo de Minneapolis tenía una ventaja de 13-11. Mikan había anotado 12 de los 13.
Los fanáticos bostezaban de aburrimiento
El entrenador de los Fort Wayne Pistons, Murray Mendenhall, sabía que su equipo no tiene el talento para competir con los Minneapolis Lakers, los campeones defensores de la NBA que habían ganado sus últimos 29 partidos en casa, por lo que ordena a su equipo que congelar el balón todo el tiempo posible.
Los Lakers lideran 17-14 después de tres períodos. A pesar de anotar solo un punto en el último cuarto, todavía tienen una ventaja de 18-17 al final. Pero con seis segundos para el final, el novato Larry Foust corta a la canasta, toma un pase dentro de los límites y lo coloca sobre los brazos extendidos de George Mikan para darle a Fort Wayne una victoria por 19-18.
Mikan, el líder ofensivo de los Lakers, término anotando 15 de los 18 puntos encestando cuatro canastos de campo (en 11 intentos). Sus compañeros de equipo disparan 0 de 6 desde el campo.
Después de la mitad de la estrategia de Fort Wayne de mantener solo moviendo el balón sin ofensiva, llegó al extremos de dejar a los Lakers con solo 5 puntos mientras mantuvieron el balón en su poder durante más de tres minutos seguidos sin disparar.
Los Lakers fueron liderados por el grandote George Mikan, quien anotó sus 15 de los 18 puntos, pero no fue suficiente para superar la estrategia del juego de mantenerlos alejado del balón por parte de los Fort Wayne.
John Oldham lideró a los Pistons anotando con 5 puntos en la jornada, uno más que su compañero Paul Armstrong. Larry Foust encestó al disparo ganador del juego con solo 6 segundos para el final, poniendo la cereza del pastel en el juego con la puntuación más baja en la historia de la NBA.
El camino al reloj de los 24 segundos
La NBA en sus primeros años sufrió por la falta de un reloj de tiros. Los Pistons le dieron a los Lakers esa primera derrota en casa en casi un año, 19-18.
Los dos equipos se combinaron para solo 31 tiros en 48 minutos de juego. Solo ocho FG tuvieron éxito.
George Mikan de 6’10 «245 lb C de Minneapolis tuvo los cuatro disparos al canasto para marcar sus 15 de los 18 puntos del equipo. Ningún otro Laker intentó más de dos tiros.
Fue el dominio de Mikan lo que llevó a los Lakers a campeonatos consecutivos en 1948-9 y 1949-50 y provocó que el entrenador de los Pistons, Murray Mendenhall, adoptara su estrategia de pérdida. «He intentado durante tres años hacer algo con él, pero nada funciona», dijo Murray.
Los visitantes controlaron la punta y Mikan y sus compañeros se movieron a sus posiciones defensivas. Pero cuando se dieron la vuelta, vieron a Pistons C Larry Foust parado en la mitad de la cancha con el balón en la cadera.
El coach Mendenhall le había ordenado que no hiciera nada hasta que los Lakers salieran a jugar de hombre a hombre. Los árbitros oficiales ordenaron a Mendenhall que jugara a la pelota, pero él acusó a los Lakers de jugar una zona ilegal que mantuvo a Mikan debajo de la portería.
La multitud de 7.021 comenzó a abuchear y pisotear, pero Fort Wayne mantuvo la pelota durante tres minutos seguidos. Cuando un jugador se cansaba de sostener la pelota, se la lanzaba a un compañero de equipo.
De vez en cuando, Laker G. Slater Martin presionaba e intentaba forzar una pérdida. Cuando tenía éxito, los Lakers se apresuraban por la cancha y, después de no más de tres pases, el último generalmente para Mikan, lanzaban un tiro.
Después del juego de menor puntuación en la historia de la NBA, el entrenador de los Lakers, Johnny Kundla, está hirviendo. «Jugar así acabará con el baloncesto profesional», dice.
Sin embargo, no será hasta cuatro años después que la NBA instituirá un reloj de 24 segundos.
Como se produjo la baja anotación
Esta fue una nueva experiencia para muchos de los aficionados en las gradas. La NBA se había formado debido a una fusión entre ligas rivales, la Basketball Association of America (BAA) y la National Basketball League (NBL), menos de 16 meses antes.
La nueva liga todavía estaba tratando de encontrar su equilibrio. Cada juego representó una oportunidad para ganar fanáticos. Este enfrentamiento contó con algunas de las estrellas de baloncesto más brillantes del día de manera más destacada, el gran George Mikan.
Un prodigio del baloncesto desde sus días universitarios en DePaul en Chicago, se unió a los Lakers en 1947 y dominó los juegos desde el principio.
Con 6-10 de estatura, los rebotes, el bloqueo de tiros y el gancho asesino de Mikan lo elevaron a convertirse en el jugador insignia de la nueva NBA.
Junto con Mikan, Vern Mikkelsen, futuro miembro del Salón de la Fama de seis pies y siete, y el ex All-American de Stanford Jim Pollard hicieron de los Minneapolis Lakers uno de los equipos más temidos de la liga. Los Fort Wayne Pistons no coincidían en talento con los Lakers y lo sabían. Pero el entrenador de los Pistons, Murray Mendenhall, tenía un plan.
Sonó el timbre, el reloj empezó a correr y la pista de apertura fue para los Fort Wayne Pistons. Mientras Ralph Johnson, el base armador de los Pistons, regateaba por la cancha mirando a la intimidante y gigantesca cancha defensiva de Mikan y sus amigos, estaba bajo las órdenes directas de su entrenador.
Las órdenes eran mantener la pelota en su poder todo el tiempo. La filosofía de Mendenhall para el juego era bastante simple: si los Lakers nunca recibían el balón, nunca podrían anotar. Si nunca pudieron anotar, nunca podrían ganar el juego. A medida que pasaban los segundos y los Pistons no hacían más que pasarse el balón de un lado a otro, todos los que no estaban en los Pistons se frustraron.
Los jugadores de los Lakers se quedaron sin saber qué hacer. De vez en cuando cometen faltas simplemente para tener la oportunidad de recuperar el balón. Los árbitros les gritaron a los jugadores de los Pistons y al entrenador Mendenhall que jugaran a la pelota.
Sin embargo, lo peor de todo, los aficionados en las gradas empezaron a abuchear y pisotear furiosos. En el descanso, la puntuación era de 13 a 11 a favor de los Lakers con Mikan anotando 12 de los puntos de los Lakers. Esta fue la peor pesadilla de la nueva liga.
La segunda mitad fue aún peor. Los Lakers, a pesar de estar molestos por la estrategia de los Pistons, comenzaron a suscribirse al viejo adagio «si no puedes vencerlos, únete a ellos». Cada equipo sostiene la pelota durante minutos a la vez; los dos equipos solo anotaron 13 puntos combinados en la segunda mitad.
Cuando el reloj, afortunadamente, marcaba cero en el último cuarto, los Pistons tenían una ventaja de un punto, 19 a 18. Un disparo fallido de los Lakers en el timbre le dio a los Pistons la victoria, y la sorpresa, en el juego de menor puntuación en la historia de la NBA.
Mikan se «mantuvo» a un máximo de 15 puntos del juego. El entrenador de los Lakers, John Kundla, disgustado, dijo después del juego: «Si eso es baloncesto, no quiero nada de eso»
Maurice Podoloff, el presidente de la NBA, sabía que la única forma en que esta liga florecería era asegurándose de que el juego fuera divertido y emocionante para los fanáticos. «Me parece que los equipos mostraron total desprecio por el interés de los aficionados por el tipo de juego que jugaron», dijo Podoloff al día siguiente.
Dos días después del juego, convocó a todos los oficiales de la liga y a los dos árbitros del infame juego para encontrar formas de hacer que el juego de la NBA sea más amigable para los fanáticos.
Se les ocurrieron varios cambios en las reglas que se instituirían el próximo año, incluido el ensanchamiento de la llave de seis pies a doce pies. Pensaron que estos cambios aumentarían la puntuación y reducirían el impacto de un jugador dominante, en este caso, George Mikan. No funcionó.
La puntuación seguía siendo baja, acudían menos aficionados a los partidos y los equipos empezaron a retirarse. Al final de la temporada 1953-1954, la NBA se redujo a nueve equipos. El baloncesto profesional estaba en problemas.
El propietario de los Syracuse Nationals, Daniel Biasone, puede que no haya sido la primera persona en sugerir un «reloj de lanzamiento», pero fue el hombre que convenció a la NBA para que lo usara.
A principios de la temporada 1954-1955, se temía que este pudiera ser el último hurra del baloncesto profesional. Ninguno de los cambios de reglas destinados a aumentar la puntuación y hacer que el juego sea más amigable para los fanáticos ha funcionado. Pero Biasone tuvo una idea. Había visto y estudiado cientos de juegos de baloncesto desde que sus Nats se unieron a la liga.
Después de pensarlo mucho, determinó que un juego «bien equilibrado» significaba que cada equipo realizaba 60 tiros por juego, o 120 tiros en total en un juego. Cada juego duró 48 minutos, o 2880 segundos. Usando matemáticas básicas, Biasone dividió 2880 segundos entre 120 disparos y obtuvo un número mágico: 24.
Según esta fórmula, un juego bien equilibrado requería un disparo cada 24 segundos. Por lo tanto, una cuenta regresiva de 24 segundos obligaría a los equipos a disparar en esta cantidad de tiempo o menos, creando un juego mucho más emocionante y divertido.
Ahora, Biasone necesitaba convencer a Podoloff y al resto de la NBA de que su reloj de 24 segundos sería la solución a su problema de anotación. Experimentó con él durante los juegos de exhibición de su equipo y tuvo el impacto necesario en la puntuación que adoptó la NBA para la temporada regular 1954-1955.
El 30 de octubre de 1954, en un juego entre los Rochester Royals y los Boston Celtics, el reloj de lanzamiento debutó oficialmente. Fue un gran éxito con los Reales derrotando a los Celtics 98 a 95. Daniel Biasone y su reloj de 24 segundos habían salvado al baloncesto profesional.
La temporada 1954-1955 vio un aumento de anotaciones de más de 13 puntos por partido con respecto a la temporada anterior. Junto con la puntuación, la emoción de los fanáticos se disparó. Los Boston Celtics se convirtieron en el primer equipo de la NBA en promediar más de 100 puntos. Para 1959, cada equipo promediaba más de 100 puntos por juego.
El presidente de la NBA, Maurice Podoloff, admitió que esta innovación rescató el baloncesto: “La regla de los veinticuatro segundos ha funcionado tan bien que creo firmemente que ha demostrado la salvación del baloncesto profesional.
Ante de la pandemia los ingresos por asistencia a nuestros juegos habían aumentado un 57 por ciento… La adopción del reloj (ha sido) el evento más importante de la NBA «.
En el reverso de una servilleta se salvó la NBA
En el reverso de una servilleta nació la fórmula más importante de la historia de la NBA. Si no se hubiera inventado, el baloncesto tal como lo conocemos es casi seguro que no existiría.
Larry O’Brien, que acaba de impulsar a John F. Kennedy a su primer mandato en el Senado, está ocupado tramando el ascenso del joven político a la presidencia, y en Minneapolis, la ciudad más occidental de la NBA, un juego de baloncesto profesional está llegando al límite. :
Ese juego del 22 de noviembre de 1950 entre Fort Wayne Pistons contra Minneapolis Lakers, los campeones reinantes, fu decidido por un punto.
Sin embargo no hubo tal emoción. Los 7.021 fanáticos que acudieron en masa a la arena se redujo a un pequeño grupo de furiosos, mientras los abucheos se retumban en el Auditorio de Minneapolis.
Las emociones no surgieron del flujo y reflujo natural de un juego de baloncesto entretenido, sino de una estratégica de juego. Los fanáticos estaban siendo testigos de la habilidad táctica del entrenador de los Fort Wayne Pistons, Murray Mendenhall. Le dió a su armador Ralph Johnson sólo una instrucción: congelar el balón hasta más no poder.
El balón estuvo durante la mayor parte de los 48 minutos, bajo la posesión de los Pistons, moviéndolo sin rumbo fijo de un lado a otro de la cancha.
Los fanáticos, los jugadores de los Lakers e incluso los árbitros (los modelos oficiales del juego para la imparcialidad) les imploran que intenten anotar. Desesperados, los Lakers recurren a cometer faltas intencionalmente para recuperar el balón.
En ese momento, sin embargo, el libro de reglas otorgaba un tiro libre por faltas que no eran de tiro, por lo que el ajuste de los Lakers transformó efectivamente el juego en una competencia de tiros y tiros libres.
Al final, los Pistons alivian una deficiencia de talento, logrando una victoria por 19-18 sobre los campeones defensores. Sigue siendo el juego de menor puntuación en la historia de la liga.
Para los entrenadores, nació una revolución táctica. Pero el baloncesto profesional, un desvencijado esfuerzo comercial en su infancia, se enfrentó a su mayor amenaza existencial hasta la fecha.
En la profecía del entrenador de los Lakers, Johnny Kundla, «jugar así matará al baloncesto profesional», despertó la creatividad para hacer del juego un espectáculo.
Es la primavera de 1954, y dentro del salón del Eastwood Sports Center, una bolera y una cafetería en el lado este de Syracuse, están los tres hombres que se encargaron de salvar la NBA. Medio siglo después, han quedado olvidados en los anales de su historia.
Está Danny Biasone, propietario tanto de la bolera como de los Syracuse Nationals, una figura central en la cultura cívica y deportiva de la ciudad. A su lado está Emil Barboni, el cazatalentos principal del equipo, así como Leo Ferris, el gerente general de los Nacionales, y una fuerza fundamental para completar la fusión que formó la NBA en 1949.
Han pasado muchos años, y la liga que Ferris ayudó a crear está peligrosamente cerca de convertirse en una reliquia más de la década de 1950. La audiencia se ha desplomado, lo que ha provocado que los 18 equipos originales se reduzcan a solo nueve. A medida que el ritmo del juego se ha detenido, también lo ha hecho la notoriedad de la NBA.
El trío no puede soportar ver cómo el juego que aman se erosiona a manos de una revelación estadística, por lo que están trabajando para idear su propia asociación.
No solo eso, los Nacionales, uno de los equipos más rápidos de la liga, se veían impedidos de ejecutar su ofensiva ideal. Buscaban una solución que no solo salvara a la NBA, sino también a las esperanzas de su equipo.
Y así fue como, en el dorso de una servilleta, nació la fórmula más importante en la historia de la NBA.
No fue producto de un minucioso análisis de regresión; no se requirió aritmética elevada en el proceso. De hecho, probablemente ni siquiera usaron una calculadora.
Al analizar los box score de la temporada anterior, simplemente dedujeron que los juegos más entretenidos generalmente presentaban a cada equipo levantando alrededor de sesenta tiros, o 120 por juego. Ese número se dividió por 48 minutos, o 2.880 segundos, el tiempo total de un juego de la NBA. ¿El producto final? 24 segundos.
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