
Fuente Externa
Por: Ramón Rodríguez
Se me antoja iniciar esta entrega, parafraseando al mordaz crìtico, Alexander Wollcott, en el sentido, de que a veces, tengo la sensación de que el Comité Olímpico Dominicano, es un barco que naufraga y la emprende a tiros con todo aquel que va a rescatarlo.
Después del ventarrón que provocó las reuniones de algunos miembros del COD, y cuyo tema principal, resultó ser: forzar la renuncia de Luisin Mejía en diciembre.
Esto provocó todo un ventarrón, pues motivó a que Don Leo Corporán, escribiera algunas columnas, donde resaltó la importancia de que siempre prevalezca la institucionalidad, pero sobre todo, sacó a relucir valores como la lealtad, la amistad, la gratitud y el sentido de hacer las cosas apegados a los códigos de ética.
El viejo Leo dejó ese legado por escrito, por entender, que la misión debe ser: preservar las instituciones.
Hoy hago público, que recibí la visita de tres connotados dirigentes, cuyos nombres reservo por razones obvias. Todos me preguntaron que cuándo el Marchante, refiriéndose a Leo- iba a dejar de escribir sobre el tema en cuestión, pues entendían que esos artículos, les hacían daño a todo al movimiento olímpico ante la opinión pública y estaban convencidos de que el más afectado era Luisin Mejía por su connotación internacional. Ante la pregunta: reí a carcajadas y les dije:» Y cómo puedo yo saber cuando Leo dejará de escribir sobre eso. Eso sólo lo sabe él».
Evité contradicciones con mis visitantes, pues comprendí sus preocupaciones y el amasijo de confusiones que los agobiaba. El autor de »te enteraste» tendrá su momento para responder a esas inquietudes, pero yo pienso que quizás, ha resultado doloroso para el marchante, que una entidad como el COD, donde han pasado figuras como: Emil Kasse Acta, Don Ulises García Saleta, Roque Napoleón Muñoz, -Polón-, José Joaquín Puello Herrera, Virgilio Travieso Soto, Nelly Manuel Doñé, Máximo Bernard, Hamlet Hermann, Don Justo Castellanos Díaz, José Manuel Brea Ramos, Danilo Aquino y una interminable lista de figuras prominentes que sembraron sus sueños y sus esperanzas, para que esa entidad fuera respetada, hoy quienes les conocieron, les duele que el COD se aleje de de las razones de sus orígenes.
Luisín Mejía actuó correctamente al llamar a una reunión institucional, donde finalmente, se tocó el tema relacionado con lo que yo he llamado La conspiración del parque» Todos sabemos que los asistentes a esas reuniones, buscan dar apoyo a Antonio Acosta, Collin, quien aspira a que Luisin Mejía le deje entronizado como presidente del COD, según un »acuerdo de caballeros».
Es penoso, que cuando se presentó el escenario perfecto para plantear posiciones institucionales y abrir un brecha, esta vez legal, para un entendimiento a futuro entre Collin y Luisin, salvo honrosas excepciones, casi todos optaron por guardar el mismo silencio que hiciera Judas Iscariote, después de aquella noche en el huerto de Getsemaní.
No sé qué pasaba por la mente de Antonio Acosta, al comprobar, que quienes hicieron retumbar las paredes del parque del Este en su defensa, en el escenario perfecto para defender su causa: lanzaron tristes maullidos, apenas perceptibles..
