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Tenis

Naomi Osaka contra los fantasmas

La decisión de irse del tenis por tiempo indefinido quizás suene cobarde, pero es valiente como pocas.

Naomi Osaka/ Fuente Externa.

Por Por Charly Morales Valido

San Salvador, (Prensa Latina).– El Roland Garros 2021 seguramente pasará a la historia, da igual quien lo gane, y será por la determinación de Naomi Osaka de plantarle cara a los organizadores y a un problema del que nadie escapa, mucho menos los deportistas de elite: la depresión. No sé los demás, pero yo solo tengo una palabra para Naomi… íBravo!.

Por paradójico que suene, la decisión de la tenista de retirarse de este Grand Slam puede interpretarse como una victoria, pues destapó un debate necesario sobre salud mental y deporte de alto rendimiento. Y quizás, ojalá, ayude a que veamos de una buena vez a estas estrellas como seres humanos.

Naomi, pensativa dentro de un juego/ Fuente Externa

Por ejemplo, en estos playoffs de la estadounidense Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) varios aficionados fueron vetados del estadio e incluso arrestados por lanzarle objetos e insultos a los jugadores. El desparpajo de estos provocadores ha cruzado una raya, y los deportistas, personas como usted y yo, han dicho «basta ya».

Esos gamberros quizás piensen que los grandes -y merecidos- salarios que ganan las estrellas las vuelven inmunes, cuando en realidad las hacen más vulnerables. Leyendas como Ian Thorpe, Andrés Iniesta e incluso Michael Phelps no supieron gestionar bien la presión y padecieron ansiedad, angustia y un desvelo casi patológico.

En su desespero, algunos sopesan el suicidio, y lamentablemente, varios lo han llevado a cabo, como el guardameta internacional alemán Robert Enke, quien se quitó la vida lanzándose ante un tren, una tragedia que consternó al ámbito deportivo en 2009. Si tan solo hubiera pedido ayuda…

Volviendo a Osaka, la número dos del ranking mundial decidió abandonar el certamen parisino cuando sus organizadores amenazaron con expulsarla por su renuencia a hablar con la prensa. La estrella de 23 años alegó que necesitaba «proteger su salud mental», tras sufrir recurrentes episodios depresivos desde 2018.

La ganadora de cuatro Grand Slams es una persona introvertida, que calma su ansiedad social con la música en sus auriculares. Razones le sobran para el trauma: hija de haitiano y japonesa, Osaka sintió racismo en su familia materna, que consideraba vergonzosa la relación con un negro.

Para colmo, su primer gran triunfo siempre será asociado al escándalo que montó la legendaria Serena Williams en la final del US Open de 2018. Aquella noche, y pese a ganar con parciales de 6-2 y 6-4, Osaka recibió el trofeo entre un coro de abucheos. Y lloró, porque no era justo.

Naomi Osaka, alguna vez sonríe/ Fuente Externa

Tuviste tus razones, Serena, pero mala tuya… Sin embargo, Naomi encara sus problemas con determinación y no duda en alzar la voz por reivindicaciones sociales, como el movimiento Black Lives Matter.

La decisión de irse del tenis por tiempo indefinido quizás suene cobarde, pero es valiente como pocas.

Por lo pronto, su ejemplo hace que cada vez más deportistas sientan que hablar y pedir ayuda no es un síntoma de debilidad. Los organizadores de los llamados Cuatro Grandes (Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open) recularon y ahora dicen que se comprometerán más con la salud mental de los jugadores. Ya veremos…

Solo por eso, Naomi Osaka es una campeona en el torneo más importante, por no decir el único auténtico y relevante: la vida.

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