
Por Ezequiel Sosa
Cientos de cronistas deportivos de la República Dominicana se encuentran entre los principales afectados de manera económica durante la expansión de la pandemia Covid-19.
Los periodistas deportivos en su mayoría no proveen salarios fijos y aun no han encontrado ‘padrinos’ de ninguna índoles, ni ayudas algunas de instituciones gubernamentales o empresas privadas, para sostenerse en la actual cuarentena.
Los cientos de cronistas deportivos al igual que muchos comunicadores sociales en su gran mayoría son productores de espacios que ellos mismos deben de generar los pagos tanto en la radio como en la televisión, logrando obtener recursos a través de publicidad pública o privada.
Ahora mismo ninguno de esos renglones está operando por lo que esa clase está sin producir y por el contrario haciendo gastos más grandes que de costumbre.
Debemos de tomar en cuenta que los comunicadores deportivos son los responsables de mantener a la sociedad informada en dicha materia tanto de los eventos realizados en el país como en playas extranjeras, los cuales desde antes de salir el sol y hasta finalizar la noche trabajan de manera incasable para mantener actualizados a sus fieles seguidores en las diferentes disciplinas deportivas.
Sin bien he cierto la mayoría de los cronistas forman partes de algunas de las asociaciones que aglutinan esa clase en el país, aunque existen otro aun no asociados y que también tienen necesidades de primer nivel como cada ser humano.
Entiendo que el Estado debe iniciar de manera urgente un valioso programa de ayuda para los comunicadores de menos ingresos y hasta sin ingresos, ya que por el desarrollo de la pandemia la mayoría de publicidad han sido retirada.
Los comunicadores también forman parte de la nación y deben de ser incluidos en las ayudas aplicadas por el gobierno para los más necesitados, ya que casi todos no aplican para el llamado programa FASE y han sido obviados en el programa Que date en Casa.
