Antonio Espinal/ Fuente Externa
Tuto Tavarez
SANTIAGO.- Fue un guerrero sobre el cuadrilátero, nunca tuvo un combate cómodo, desde el día de su debut tuvo que enfrentar los mejores y a ninguno se le doblegó, pero su corazón cedió ante los encantos de una dama y su carrera de peleador terminó.
Concluyó la carrera de peleador de Antonio Espinal, cambió los golpes por caricias, los enfrentamientos por amor y comenzó una bonita unión para construir un hogar como manda el Señor.
Espinal fue peleador de peso welter y comenzó su carrera profesional en 1980, concluyendo siete años más tarde.
Desde su primera pelea tuvo que enfrentar los mejores peleadores que tenía el país en la categoría welter, por lo que se veía obligado a tener una vida organizada y prepararse debidamente en el gimnasio.
La primera pelea de Antonio Espinal fue el 4 de diciembre de 1980, su rival, uno de los mejores del mundo en ese momento, Reyes Antonio Cruz.
Los dos santiagueros, peleando en su patio, dieron una dura batalla, Cruz se llevó la victoria por decisión y los aficionados quedaron conforme con la demostración de ambos.
Dos semanas después, el 20 de diciembre, Espinal fue a Puerto Príncipe para enfrentar a Rehoboam Pottinger, a quien noqueó en el tercer asalto.
Con solo dos combates aceptó enfrentar a José Joaquín Baret en La Romana, la única pelea de Baret en República Dominicana como boxeador profesional y el match terminó en dos capítulos.
El 27 de abril de 1982, se firmó la revancha entre Espinal y Reyes, la cual fue tan reñida que los jueces declararon el pleito empate, dejando el escenario preparado para un tercer enfrentamiento.
Pero Espinal aceptó pelear con el mocano Antonio Cruz (Kid Can) el 10 de octubre del 1982 y perdió por puntos.
Solo una semana más tarde vino el desquite con Reyes Cruz y el escenario fue imparcial, la capital dominicana, donde el popular Papito se impuso por decisión.
Los combates duros continuaron para Antonio Espinal, quien el 18 de diciembre del mismo año, retó a Inocencio (Mao) De la Rosa y lo derrotó en Santo Domingo.
Espinal viajó a Maracay, Venezuela para enfrentar al cotizado Hugo Rengifo en mayo del 1983 y perdió antes del campanazo final y descansó el resto del año.
Su regreso en el 84 fue contra Fitzroy Guisseppi en el Gimnasio Jean-Claude Duvalier de la capital haitiana y continuó a Curazao para enfrentar al boricua Danny García, pelea que terminó por decisión a su favor.
Las oportunidades continuaron abriéndose para Antonio Espinal y de la mano de Radhamés Martínez, un exboxeador que apodan “Musaraña o Morisqueta”, llegó a Los Ángeles California.
Hizo su primera pelea contra Dick Tiger el 20 de febrero de 1987, en el Hotel High Sierra Casino, Lake Tahoe.
ME VOY PARA SANTIAGO
Cuenta Juan Bautista Martínez (Kid Aguja), que su hermano Radhamés estaba contento y confiado en que Antonio Espinal iba a tener muchos éxitos.
“Era muy dedicado y honesto, siempre le buscaban peleadores muy fuerte”, sostiene Martínez.
Pero un día, Antonio Espinal se levantó y comenzó a preparar las maletas y ante la pregunta de ¿qué haces? Su respuesta fue “me voy para Santiago”.
Espinal confesó que le hacía falta su novia, vino a la ciudad corazón y ya no peleó más, dejando un palmaré de 11 peleas, de las cuales ganó 3, perdió 7 y empató una, siempre con pugilistas de primera clase.
