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Entorno Deportivo

Al Horford, el muchacho silencioso

Con 10-12 años, la hoy figura de la NBA con Boston Celtics, apenas se hacía notar por su presencia, porque de continuo permanecía en silencio, como ensimismado con cualquier objeto que tuviera en sus manos.

Al Horford. Fuente Externa

DiMaggio Abreu

Cuando alguien que uno vio de pequeño llega a la cima, esas imágenes primigenias se hacen presentes con cada peldaño que escala el personaje camino a su consagración.

Es el caso de Al Horford, a quien de niño vimos con frecuencia de la mano de su madre, Arelis Reynoso, mientras ella se abría paso como cronista deportivo y el chico estaba, obviamente, fuera del horario escolar.

Con 10-12 años, la hoy figura de la NBA con Boston Celtics, apenas se hacía notar por su presencia, porque de continuo permanecía en silencio, como ensimismado con cualquier objeto que tuviera en sus manos.

Taciturno en el buen sentido (tranquilo, callado, cuidadoso de no molestar), solo se le escuchaba hablar, quedamente, cuando se dirigía a su progenitora en un ambiente como la Secretaría de Deportes, con sede entonces en el edificio del Estadio Olímpico (ahora) Félix Sánchez.

En aquellos primeros años del segundo lustro de los 90, el muchacho con tendencia a ser un gigante por la envergadura de sus padres (Alfred “Tito” Horford, primer dominicano en la NBA con sus 2.16 metros; y de Arelis, quien es bastante alta), no hacía sospechar que tuviera madera para ser una estrella en el mejor baloncesto del mundo, algo difícil para un quisqueyano.

Horford Reynoso hizo abrir los ojos del mundo del baloncesto y de quienes lo vimos de chico, cuando comenzó a destacar con la Universidad de Miami (2004-2007), con quienes fue puntal en dos títulos corridos de la NCAA (2006 y 2007). Esto le valió la escogencia en el puesto 3 de la primera ronda del Draft de la NBA de 2007 por Atlanta Hawks.

Todo esto viene a cuenta por la gesta lograda el pasado sábado de rebasar los 8,000 rebotes capturados en una carrera que va por 16 años con Atlanta (2007-2016); Boston (2016-2019); Filadelfia 2019-20, Oklahoma City (2020-21; y de nuevo los Celtic s (2021, con contrato hasta 2024-25). Es el sexto mejor rebotero entre los activos en la liga.

La dificultad que se suponía para un dominicano lograr el estrellato en la NBA, el ala-pivot y pivot de 2.06 metros la ha trocado en figura cimera entre los latinoamericanos en la historia de la liga: primero en rebotes con al menos 8,009, superando por mucho a los argentinos Luis Scola (4,941) y Emanuel Ginóbili (3,697), éste, exaltado al Salón de la Fama del Baloncesto Mundial.

Horford es tercero en puntos anotados (13,351, hasta la fecha), solo superado por el puertorriqueño Rolando Blackman (17,623) y Ginóbili (14,043); tercero en asistencias (3,344), por debajo de Ginóbili (4,001) y deberá pasar al segundo, el boricua Juan José Barea (3,270).

Alfred Joel es número uno latinoamericano de la soñada liga en tiros bloqueados (1,162), por encima de los también nuestros Francisco García (388) y Charlie Villanueva (349). También es segundo en bolas robadas (780).

Sin estridencias fuera de las canchas, una faceta de hombre hogareño y ejemplar padre de familia en su matrimonio con la Miss Universo Amelia Vega, Alfred Joel Horford Reynoso debe ser un orgullo para dominicanos y los latinos.

Y aunque hay quienes en nuestro país están ‘guapitos’ porque en mucho tiempo no ha comparecido con la selección nacional, sin duda que aquel muchacho callado que conocimos tiene ganado su exaltación al Salón de la Fama del Baloncesto.

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