
Por: Nelson de la Rosa Rodríguez
En nuestra última entrega hablamos de los bateadores ambidextros y sus posibilidades. Ellos tienen la opción de escoger la posición en la caja de bateo en dependencia del lanzador. Si es derecho se puden parar a la zurda y si es zurdo, se pueden parar a la derecha.
Ese es el caso de nuestro protagonista de hoy. Aquí viene la historia.
A 10 años de que el Papa Juan Pablo II celebrara la Misa en La Habana, el 25 de Enero de 2008, la Liga de Beisbol Profesional de la República Dominicana estaba en las postrimerías de una exitosa temporada.
Aquella noche el bate hizo contacto con la pelota y 5 segundos después pasaba por encima de las cercas del center field. Pasada la acción casi todos coincidían en que el batazo significaba no solo 1 carrera de ventaja ni solo una victoria, representaba un Campeonato.
Ese día, las Águilas Cibaeñas jugaron en casa frente a los Tigres de Licey. Era el octavo juego de una serie pactada a 9 y las acciones transcurrían en el estadio Cibao de Santiago de los Caballeros. Si los locales ganaban eran Campeones, un resultado diferente obligaba a un partido definitivo en la capital.
En el séptimo inning, ese que llaman “de la suerte”, Mendy López disparó un cuadrangular para empatar el juego a 1 carrera y así llegaron a la parte baja del octavo.
Entonces con 1 out y las bases limpias, Rafael Furcal se paró a la derecha frente al zurdo Dámaso Marte y, en conteo de una bola sin strike, conectó uno de los batazos más importantes de su carrera.
La conexión pasó muy cerca del paredón del centro, ligeramente a la izquierda del campo, y casi como el batazo de Mendy, un rato antes.
Rafael Furcal emprendió el recorrido de las bases y 22 segundos después pisaba el home plate, mientras era “tragado” por sus compañeros que lo esperaban demoró 22 segundos en recorrer las almohadillas, mientras los fanáticos festejaban en el graderío.
Es cierto que al Licey le faltaba una oportunidad al bate, pero la victoria era cuestión de tiempo. Una entrada más tarde las Águilas Cibaeñas levantaron su corona número 20 en la Liga Dominicana y el batazo pasó a la posteridad como “EL FURCALAZO”.
Por hoy es todo, en nuestra próxima entrega viviremos, como es mismo día, otro de los acontecimientos tan memorables que se convierten en Momentos de Gloria.
