
Al acercarse el ecuador del campeonato otoño invernal de la República Dominicana, el equipo amarillo exhibe un preocupante récord de 6-14, ocupando el sótano en la tabla de posiciones. Aunque están a solo 3.5 juegos del 4to puesto y, último lugar clasificatorio.
Si tratamos de analizar a profundidad las posibles causas para tan desafortunada actuación, varios serían los resultados. Pudiéramos coincidir en que los tres más notables son: pobre actuación del pitcheo en sentido general, un esporádico bateo situacional y, por sobre todo los anteriores, una errática defensa.
Ya en segundo plano, pudiéramos especular sobre otras posibles causas, tales como, no contar para este torneo, con el experimentado y eficiente instructor de lanzadores, Manny García, quien partió hacia las Estrellas de oriente como gerente general.
Este pobre desempeño ha dado al traste con el despido del dirigente José Leger, quien en el pasado campeonato obtuvo un impresionante récord de 33-17, aunque con la confiscación de un partido frente a Tigres del Licey, por el uso irregular de un jugador sin haber sido inscrito previamente en el roster, su récord final fue de 32-18.
Leger fue sustituido por el experimentado Tony Peña, otrora mánager de grandes ligas. Sin duda, una muy buena adquisición para el equipo de Santiago. Peña recibe un equipo que, además de estar en una difícil situación, también tiene muchas interrogantes para el resto del camino.
Restando treinta encuentros por disputar, el equipo amarillo tiene tiempo sobrado para sacudirse del mal inicio y lograr la primera meta, que es clasificar al todos contra todos. Para esto, la gerencia deberá actuar con eficiencia y añadir piezas claves que puedan corregir las deficiencias antes mencionadas.
Por su parte, el nuevo dirigente tendrá que “hilar fino” y sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores y, ser cauto en cada decisión que tome en cada partido. Conociendo la capacidad del experimentado hombre de beisbol que es Tony Peña, confiamos que hará lo mejor que pueda con lo que la gerencia ponga en sus manos.
Se han dado casos en los que, un equipo ha clasificado con récord por debajo de 500, tal es el caso de las Estrellas Orientales en el pasado torneo, clasificando con un nimio récord de 23-27. Jugar para por lo menos 500 debe ser la meta inmediata de las Águilas, para ello, deberán tener marca de 19-11 en lo que resta del calendario regular. Aunque no es imposible, es algo difícil si tomamos en cuenta el desempeño del equipo hasta al momento. ¡amanecerá y veremos!
