
Por Pedro Almonte
«No soy, chevron, no soy Tartan, ni Recortan, es más, no soy ningún material de esos materiales sintéticos de pistas de atletismo, increible, soy de carne y hueso, de un país de los mal llamados del tercer mundo, como si el mundo se dividiera en tercios, soy más bien de una tierra, que pare voluntades grandes, como la de esta morena que emergió del candente sur, de grandes limitaciones, limitaciones que, reafirmaron tu fortaleza espiritual y tus músculos, fuertes y flexibles, para que impregnados de patria, de bandera, de himno, paseara las siglas RD, por el mundo, mas que una princesa, como una reina indiscutida de los 400 metros; lleva en tu uniforme y zapatillas, -aun cuando no se lea, por la velocidad como corres- pero si donde guardas tu corazon, lo que dice: ¡soy dominicana!, ¡soy si, esa misma, en ocasiones invalorada, que tratan de dividirte! – claro sin lograrlo- en tercios, siendo tu una Atleta completa, si eres tu, la velocista de los 400 metros planos, la insoslayable marileidy, eres para nosotros en esa pista, La República Dominicana.»
