
Por Jesús Alberto Rubio
1.- Anoche, agradable charla con el profesor Héctor Barrios Fernández, vía móvil inteligente, claro, quien desde su bella Ensenada nos proporcionó el siguiente dato y una foto que son todo un registro histórico:
Se trata de cuando en la temporada de 1938 Baldomero “Melo” Almada tuvo una racha de 29 juegos seguidos conectando de hit, lo cual lo convierte en el poseedor del récord en ese rubro para peloteros nacidos en México. Lo hizo del 12 de julio al 11 de agosto.
Y añadió: también en esa campaña tuvo otra racha de 18 juegos del mismo calibre.
«Melo» Almada, con Harlond Clift y Beau Bell.
Almada jugó para los Senadores de Washington (47 partidos) y Cafés de San Luis (102) de la Liga Americana en 1938.
Como ya sabemos, previamente en 1933 a la edad de 20 años “Melo” se convirtió en el primer mexicano en jugar en Grandes Ligas.
2.- Los Mellizos anunciaron que el ex receptor Joe Mauer ha sido elegido al Salón de la Fama del equipo. Se convertirá en el 38vo miembro del Salón de la Fama de la franquicia con la que jugó 15 años. La ceremonia será el 5 de agosto en el Target Field previo al partido contra los Diamondbacks de Arizona.
3.- La Serie del Caribe Gran Caracas tendrá espectacular apertura Comité Organizador motiva ligeros cambios en la fecha de apertura:
https://momentodeportivord.com/serie-del-caribe-gran-caracas-tendra-espectacular-apertura/
No era “Becerril”
4.- Al gran “Clipper de las Choapas”, Veracruz, conocido también como el “Becerro de Oro”, todos le conocieron como Miguel Becerril Fernández…pero…
Bueno, pues fíjese que el apellido Becerril no tuvo nada que ver con sus lazos sanguíneos ya que su verdadero nombre fue Miguel Fernández Ramón, vástago de Miguel Fernández Bautista y Nínive Ramón Gómez, quienes en 1933 llegaron al muelle de Las Choapas, en la lancha “La Campechana” procedentes de Campeche y de su isla natal, Cd. Del Carmen, la tierra santa que años más tarde vería nacer al gran Nelson Barrera.
La pareja traía a sus dos primeros hijos, Rosario, de ocho años y quien se convertiría un excelente lanzador profesional de su época, así como Jesús, de ocho meses de vida, pero he aquí la historia del por qué Becerril:
En esos años recorrían el país los hermanos Becerril, verdaderos charros expertos en el manejo de la reata de lazar, con la cual hacían maravillas y después de que también se presentaron en un “redondón” cercado de madera de monte, ahí en Las Choapas, dejaron entre la chiquillada “la enfermedad de ese arte”, siendo precisamente Rosario quien tratando de imitarlos de inmediato le comenzarían a gritar “¡Voy, voy, te crees Becerril!”… o bien, ¡“¡ya.. ya…..vóitelas, te crees un Becerril!”…
Y, ya sabe, desde entonces a los Fernández Ramón se les quedó ¡Becerril!
5.- Sobre este tema, el colega Cesáreo Suárez Naranjo, desde Coatza, agrega:
Los hermanos Becerril, los verdaderos con ese apellido, fueron una dinastía… Muchos años después, los que probablemente eran sus descendientes, seguían dando espectáculos.
Palma Alor
Y algo más en relación al libro de Augusto Palma que tengo en casa sobre Miguel Fernández, obra de donde tomé el dato sobre esa historia, dijo:
“Ese señor, don Augusto Palma Alor, detalla todo alrededor de Miguel, y cuenta que cuando Becerril era un chamaco, le decían “Pajelo” (me supongo que viene de «paja») por lo delgado que era.
Y, si, luego embarneció, pero todavía, cuando llegó a los Tigres en 1956, estaba flacuchón!”.
¡Sale, Mi Cesareo!
