En el momento en que se escribe esta nota, un día antes de la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos, hay 639 personas empacando sus maletas, ordenando sus cosas, bajando de los edificios y dirigiéndose hacia el centro de transporte. En total, ya son 1.055 viajeros que, entre el 1 y el 4 de noviembre, han salido de las torres de Cerrillos.
El 27 de octubre, cuando 4.400 personas durmieron en la Villa Panamericana, quedó atrás. De hecho, en los próximos días se espera el peak de salidas, porque entre el domingo 5 y el lunes 6 deberían dejar Cerrillos 4 mil 175 pasajeros.
Ya no se ven las numerosas delegaciones que ocuparon las instalaciones, se divirtieron en las zonas de entretenimiento de los sponsors, compraron en la feria de emprendedores, usaron el gimnasio o se dieron una vuelta por el boulevard.
Una delegación que se irá en masa son los mexicanos. El jefe de Comunicaciones de ese comité olímpico, José Luis Gómez, indica que “el martes será nuestro último día en Chile. Nos vamos con hermosos recuerdos y momentos inolvidables. Los extrañaremos mucho”.
Quien no se quiere ir es Lúa Pousa, golfista panameña, que se mostró sorprendida por la gente: “Son súper amables, han hecho de Santiago 2023 una gran experiencia”.
En la misma línea, el voleibolista puertorriqueño Ismael Alamar dice que “volvería una y otra vez a Santiago”, mientras que su compañero Arnaldo Torres valora el ambiente: “Me encantó conocer a los atletas, intercambiar pines, conectarnos entre todos gracias al deporte”.
Pero sabemos que nos volveremos a encontrar, ¡hasta la próxima!
Nota y foto principal: Pablo Apablaza/Santiago 2023.
