fbpx
Connect with us

General

Las peleas de gallos: Deporte, pasatiempo o negocio; se remontan a antes de Cristo

En el primer siglo después de Cristo, Julio César introdujo a Roma el deporte de las peleas de gallos.

dscf8732_12050510_20190811144646

En el Coliseo Gallístico Alberto Bonetti Burgos, las peleas de gallos se rigen por los más modernos controles computarizados y cada velada es una fiesta de lealtad. ( )
Bienvenido Rojas

El gallo, como símbolo expresivo y múltiple, ha estado asociado con el hombre desde los tiempos prehistóricos.

J. M. Pichardo, en su obra “Gallos y Galleros” dice que “en las Catacumbas aparece una escena de dos gallos a los que excitan al combate dos niños”.

Veamos las “Peleas de Gallos” en su contexto histórico.

La historia de las “Peleas de Gallos” se remonta a la época antes de Cristo. Sin embargo, antes de que se convirtiera en un deporte, el gallo era visto como ave admirable, respetado por el hombre.

Magallanes indicó que en Borneo el ave era tan sagrada, que nadie podía comer su carne. En la antigua Grecia las peleas de gallos se consideraban como un deporte nacional.

La historia de las peleas de gallos es incierta. No se sabe con certeza cuándo se convirtió en un deporte oficial.

En los tiempos antes de Cristo, hace aproximadamente 3,000 años, durante los tiempos de los fenicios, hebreos y los canaán, las peleas de gallos ya eran populares.

Criar gallos para pelear en un ruedo era considerado un arte y negociar los mismos era provechoso. En Egipto, en la época de Moisés, las peleas de gallo eran un pasatiempo preferido.

A la altura de la civilización griega, Temístocles, general que se preparaba para combatir a los persas invasores, decidió llevar a cabo una pelea de gallos la noche anterior a la batalla para inspirar a sus hombres, demostrándoles la natural valentía del gallo de pelea. Los comerciantes persas disfrutaban mucho de las apuestas a sus gallos.

Estos traían consigo sus aves para jugarlos en los mercados y centros donde negociaban.

dscf8690_12050507_20190811144645

La historia de las “Peleas de Gallos” se remonta a la época antes de Cristo. Sin embargo, antes de que se convirtiera en un deporte, el gallo era visto como ave admirable, respetado por el hombre. ( )

En el primer siglo después de Cristo, Julio César introdujo a Roma el deporte de las peleas de gallos. Fue el primer ciudadano romano entusiasta de este deporte. César introdujo también las peleas de gallos en Inglaterra.

En el Siglo 16, las peleas de gallos prosperaban en Inglaterra. Durante la época del Rey Enrique VIII, se llevaban a cabo peleas de gallos en el Palacio de Whitehall.

El juego se convirtió en un deporte nacional a tal punto, que a ciertas escuelas les fue requerido enseñar a los estudiantes todo lo relacionado a las peleas de gallos, tales como crianza, traqueo y acondicionamiento del gallo.

Durante el tiempo de más popularidad, el mismo clero las patrocinaba. Los patios de las iglesias y el interior de las mismas fueron utilizados como arena para celebrar peleas.

Las peleas de gallos cruzan más allá del folklore popular, este pasatiempo se ha convertido en un gran negocio, en una verdadera industria.
Las peleas de gallos cruzan más allá del folklore popular, este pasatiempo se ha convertido en un gran negocio, en una verdadera industria. ( )

El deporte declinó en Inglaterra durante el reinado de la Reina Victoria en el Siglo 17. Sin embargo, en las Islas Británicas, aún existe una casta de gallos de Charles II, que son muy cotizados por criadores.

En la República Dominicana, Cuba y Puerto Rico las peleas de gallos son parte de la cultura.

El bardo Emilio A. Morel en su poema “Dominicano Libre” dice: “Cuando llega el domingo en la mañana, ensillo el potro rucio de más brío, cojo un gallo, concierto un desafío y marcho a la gallera más cercana”.

Hoy las “peleas de gallos” cruzan más allá del folklore popular, este pasatiempo se ha convertido en un gran negocio, en una verdadera industria, donde en el redondel la “palabra del gallero en las apuestas, es palabra de Dios”.

dscf8702_12050525_20190811152651

En la “Viña de Naboth”, Benjamín Sumner Wells en el capítulo que se refiera a la elección del general Manuel Jiménez, como presidente de la República Dominicana en 1848 señala:

“El único interés que absorbía aparentemente toda la atención de Jiménez desde el día de su juramentación fue el cuido y riña de gallos”.

En el Coliseo Gallístico Alberto Bonetti Burgos, las peleas de gallos se rigen por los más modernos controles computarizados y cada velada es una fiesta de lealtad.

Vía: Diario Libre

Click to comment

Boletín

Recibe nuestro boletín en tu bandeja de entrada.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Trending

Opinión

More in General