
Francisco Camacho, ministro de Deportes de la República Dominicana. Fuente Externa
Por Héctor García
El Ministerio de Deportes termina de hacer una millonaria inversión con el rescate de la Villa Olímpica de Las Américas, y según lo que presencié en un vídeo se trata de un trabajo de calidad.
Midiendo la importancia del rescate de 0-10, doy un 10 al Ministerio de Deportes, no sólo por la adecuación de las plantas físicas, sino por el embellecimiento de su entorno.
Hace muchos años que allí, cuando se hablaba de acondicionar, se llevaban unos cuantos galones de pinturas y se aplicaban a las partes frontales de los edificios que dan a la Avenida de Las Américas y »se acabó». Luego daba ‘pena y ganas de llorar por impotencia de quienes conocíamos el monto económico invertido’.
¡Ahora están remozados! ¿Cambiará la política implementada en el hospedaje allí?
Entiendo que lo anterior debe conocerlo bien el ministro de Deportes Francisco Camacho.
Esos apartamentos estaban totalmente destruidos, pues el comportamiento de sus inquilinos, llámense: atletas, entrenadores, empleados de federaciones y personas ajenas al deporte que residían ‘rentados’, hacían naturalmente, una vida común y corriente.
Se puede tildar de una ‘vida de un barrio caliente’ de la capital.
¿Quién rentaban habitaciones a personas que no eran atletas? Eso es fácil de determinar, aunque esas autoridades ya no sean los responsables de la seguridad.
Pero no dejemos de lado a los atletas, entrenadores y empleados de federaciones, responsables de hasta ‘arrancar inodoros para mandar a venderlos’.
En horas de la noche, el tráfico de bebidas y de mujeres ‘invitadas’ a pernoctar no es un secreto para nadie.
Los cuentos de las orgías con celebraciones por sus éxitos se escuchaban al día siguiente en los centros de entrenamiento de esas federaciones en el Centro Olímpico.
Una verdadera falta de respeto a la moral y las buenas costumbres, con la gravedad que enterados de las mismas, los dirigentes federados las pasaban por alto.
La Villa Olímpica llegó a ser un verdadero ‘matadero’.
Penosa situación, la que esperamos que cambie con la actual administración del Ministerio de Deportes.
La seguridad militar debe ser eje principal para su buen funcionamiento, pues la ‘búsqueda’ de subalternos de servicios en horas de la noche dio lugar a tantas actuaciones vergonzantes, de las
que también eran partícipes entrenadores internacionales.
Con este rescate de la planta física y remozamiento de sus obras colaterales, debe llegar allí una vida sana y decente.
¡Es mi única aspiración!
