
Miami, Florida.-El pasado sábado sucedió un hecho anti deportivo muy lamentable encabezado por el embajador de la NBA el dominicano Luis Felipe López.
Además Luis Felipe es Inmortal del Deporte Dominicano y Presidente del Club Gregorio Urbano Gilbert (GUG) del Ensanche Libertad en Santiago.
Tras un tremendo partido entre su equipo y el GUG y el Club Cupés de Los Pepines, la suerte no le favoreció al GUG.
Independiente de lo que algunos piensen, si fue mala decisión de los árbitros, de la mesa técnica e inclusive hasta la mesa donde están los narradores algo que ni siquiera se podría un humano imaginar.
El señor Embajador e Inmortal del Deporte como ejemplo que es para la juventud y sus seguidores, encabezó un acto innecesario en la Gran Arena del Cibao en el Torneo de Baloncesto Superior de Santiago en su edición 41.
Por qué innecesario? Porque no se justifica que por una mala decisión o buena en el caso si hubiese sido lo contrario, no le da derecho a usted agredir un árbitro, agredir la mesa técnica, agredir a los periodistas.
Tampoco por más Embajador, Inmortal y Pte de un Club que usted sea romper la instalación deportiva que nos pertenecen a todos.
No se justifica que Luis Felipe López encabece un grupo de fanáticos del Barrio Libertad que lo único que hacen es engrandecerse y enorgullecerse cuando intimidan con el miedo a algún ciudadano.
No estamos diciendo que no tenia derecho a protestar, lo tenia pero, hay otras maneras y como ejemplo de la juventud en vez de incitar a la violencia debió tratar de calmar a los fanáticos del barrio Libertad para que no destruyeran la Arena.
Esos problemas tienen desaparecer del deporte del aro y el balón que por más esfuerzo que hagan para levantarlo cada vez está más desacreditado.
El Pte de Abasaca José Luis Aracena ha hecho un gran esfuerzo junto a baloncestistas leyendas de Santiago.
Para que un individuo por más Luis Felipe que sea piense que puede acabar con la poca buena imagen y el gran esfuerzo que sus colegas deportistas están haciendo por levantar el baloncesto.
A esos fanáticos del barrio ni Santiago Dolciné (El Cachorro) se le salvó, un ex gerente del Club, fanático del mismo, quien deja su familia y su trabajo en Estados Unidos para apoyar el baloncesto.
A las autoridades que se pongan las pilas y que este caso vandálico no quede impune, que el baloncesto pueda terminar en buena lid.
Mucho ojo con los fanáticos del Barrio Libertad, que pueden hacer de las suyas para que el torneo no termine en paz.
Oren todos los días para que la vida les sonría.
