
Con solo 17 años, el joven nacido en Miami debutó en F3 en Europa y de aquí en adelante su objetivo es superar la carrera del legendario Juan Pablo Montoya
Mientras continúe en el automovilismo, de manera inevitable Sebastián Montoya tendrá que lidear con la muletilla que lo compar
“Quiero ser el mejor de todos”, aseguró sin tapujos en una teleconferencia desde Spielberg, Austria, donde el 10 de septiembre correrá por el campeonato de la Fórmula Regional Europea. “El mejor en NASCAR, Indy, Fórmula 1 y en todo”.
Va rápido Sebastián, qué duda cabe. De paso recorre el mundo. Ha competido en el campeonato de Fórmula Regional Asiática, europea, en los campeonatos de Fórmula 4 de Italia y Alemania y el fin de semana pasado dio un gran salto y debutó en la Fórmula 3.
Lo hizo con desparpajo. La oportunidad se presentó debido a la lesión en la muñeca del piloto Hunter Yeany y el equipo español Campos Racing decidió darle la oportunidad al joven conductor nacido en Miami.
Eran dos carreras en el circuito Zandvoort, en Holanda: el sábado la Sprint y el domingo el Gran Premio. En ambas terminó en el octavo lugar y acumuló siete puntos en el campeonato.
Toda la vida de Sebastián ha girado en torno a las carreras. En su álbum familiar figura una foto en que su padre con su uniforme de piloto en el autódromo lo lleva en hombros cuando “Sebas” tendría poco más de un año.
De niño acompañaba a su padre a las carreras y después la figura se invirtió. Su amor por el automovilismo, sin embargo, demanda privaciones y una vida distinta al común de los adolescentes.
“Mi madre siempre me remarca que trate de hacer mi vida lo más cercano a la ‘normalidad’”, reveló Sebastián con una sonrisa. “Por eso siempre trato de estar con mis amigos, compartir con ellos, hacer mi vida lo más balanceada posible”.
Sebastián cursa en estos momentos su último año de high school en Estados Unidos, vía online.
“Luego que me gradúe me presentaré a la universidad para estudiar Ingeniería Mecánica”, comentó. “Eso será esencial para mí porque me permitirá tener un conocimiento mayor del coche y tener más recursos para resolver los problemas que se presenten en el funcionamiento del vehículo”.
Como en la construcción de un edificio que va tomando forma ladrillo a ladrillo, la carrera de Sebastián se va desarrollando paso a paso.
Una parte fundamental para un piloto es contar con auspiciadores. Y Sebastián ya tiene asegurado el respaldo de Claro, Red Bull y el Ministerio del Deporte de Colombia.
En junio pasado, Sebastián y su padre dieron un gran paso en el mundo del emprendimiento y las inversiones y fueron designados como Embajadores Globales de la serie de negocios Unicorn Hunters, una empresa que conecta a los emprendedores en busca de financiación con millones de inversores de todo el mundo, y con Unicoin, una criptomoneda de próxima generación.
Sebastián cuenta con la ventaja que su padre pavimentó un camino en el que puede correr con éxito si aprovecha las oportunidades.
De toda esa valiosa herencia que recibe de su padre, Sebastián aprecia sobre todo un consejo que atesora y lo lleva consigo a donde va.
“Disfruta, es la palabra que siempre me inculca mi padre”, refirió Sebastián. “Este es un deporte muy duro, física y mentalmente. Hay veces que uno regresa al hotel luego de una jornada extenuante y se pone a llorar porque no salieron las cosas como es debido o como uno quería. Hay muchos momentos límites y disfrutar los hace más llevaderos”.
Vial; diariolasamericas.com
en con su padre, el histórico Juan Pablo Montoya, y con la gran generación de pilotos hispanos del momento como los mexicanos Luis Suárez y Sergio “Checo” Pérez, y los españoles Fernando Alonso y Carlos Sainz Jr.
A Sebastián no le pesan esas comparaciones y las resuelve con una respuesta que revela el desenfado de sus 17 años.
