Están en los playoffs, otra vez. Los Dodgers nunca se han perdido la postemporada cuando Roberts los ha dirigido.
A pesar de las interminables dudas de su comprometida y animada base de fans, esta estadística habla por sí misma: Nadie en la historia de las Grandes Ligas ha dirigido más partidos con un mejor porcentaje de victorias.
El porcentaje de victorias de Roberts en su carrera es de 0.618. Eso supone un promedio de 100 victorias por temporada.
Los Padres de San Diego nunca han ganado 100 partidos. Tampoco lo han hecho los Rockies de Colorado, los Marlins de Miami o los Blue Jays de Toronto. Los Rays de Tampa Bay, a pesar de toda su magia, nunca han ganado 100.
La actual franquicia de Washington, nacida en Montreal en 1969, nunca ha ganado 100. Tampoco la antigua franquicia de Washington, creada en 1961 y trasladada a Texas en 1972.
Los Piratas de Pittsburgh no han ganado 100 partidos desde 1909. Los White Sox de Chicago no han ganado 100 partidos desde 1917.
En las inmortales palabras de Tommy Lasorda, “Este [maldito] trabajo no es tan [malditamente] fácil”.
El trabajo es mucho más difícil hoy que en la época de Lasorda.
Lasorda era la cara de los Dodgers. Tenía la atención y un enorme poder sobre quién jugaba y quién no, quién se quedaba en L.A. y quién no. Podía compartir una mesa de buffet de delicias italianas, o volcarla y gritar a sus jugadores.
Hoy en día, la oficina principal tiene la mayor parte del poder, y un mánager que grite a sus jugadores y tire las mesas a un lado se consideraría fuera de control. La palabra de moda en el moderno departamento de operaciones de béisbol es “colaboración”, no solo el director general y el cuerpo técnico, sino un grupo que incluye nutricionistas y analistas biomecánicos y estadísticos.
Después de que los Dodgers consiguieran el martes su noveno puesto consecutivo en los playoffs, Roberts se refirió a la organización.
“Hay muchos sacrificios, numerosos tipos que colaboran y se apoyan mutuamente: entrenadores, la oficina principal, el personal de entrenamiento, los cazatalentos, el desarrollo de jugadores, todos”, dijo. “Hace falta todo un ejército para que esto avance en la dirección correcta. Hay mucha gente que debería estar muy orgullosa”.
Roberts es el portavoz encargado de explicar todas las decisiones de los Dodgers, lo que lo convierte en el blanco inevitable de las críticas en “Dodger Talk” y en la columna semanal de cartas del Times. Solo en la columna del pasado domingo, se le culpó de no enviar a Cody Bellinger a las ligas menores, de dar descanso a los jugadores con demasiada frecuencia y de tratar a los “lanzadores como si fueran de cristal”.
Roberts declinó decir que se llevó una satisfacción personal por otro pase a la postemporada, incluso en un año en que los Dodgers perdieron 14 de 18 partidos y cayeron al tercer lugar en mayo.
“No tuve mucho tiempo para reflexionar, pero es genial”, dijo. “Estoy rodeado de tanta gente estupenda que me hace quedar bien y hace que mi trabajo sea muy divertido. Tenemos mucho talento, no solo en el campo, sino en toda la organización. Personalmente, me siento muy afortunado de formar parte de los Dodgers”.
“Como dije desde el primer día, cuando me contrataron, tengo el mejor trabajo del mundo”.
En la televisión, podría parecer que el papel más importante de un mánager es decidir cuándo cambiar a los lanzadores. En realidad, nada es más importante que gestionar un clubhouse en una época en la que los jugadores estrella rebotan por el campo y el orden de bateo y los jugadores marginales van y vienen a diario.
“Ha sido genial”, dijo Justin Turner sobre Roberts. “Ha sido fenomenal para nosotros desde el primer día que se puso el uniforme de los Dodgers como nuestro mánager. Es un tipo positivo. Ama el juego. Ama a sus jugadores. Nos encanta salir y competir por él”.
“No puedo decir lo suficiente sobre él y lo que ha hecho. Vamos a hacer todo lo posible para salir y ganar otro campeonato”.
El porcentaje de victorias de Roberts en su carrera es de .585. El único hombre que ha dirigido más partidos de postemporada con un porcentaje de victorias más alto: Joe Torre, que llevó a los Yankees de Nueva York a cuatro campeonatos de la Serie Mundial en cinco temporadas.
Seis años no es la prueba del tiempo. Torre dirigió más de 4.000 partidos. Lasorda dirigió 3.000. Roberts aún no ha dirigido 1.000.
Y, sí, Andrew Friedman dirige una oficina principal sobresaliente, y los jugadores en la línea de Turner, Clayton Kershaw, Mookie Betts, Walker Buehler, Kenley Jansen y Corey Seager podrían hacer que cualquier gerente se vea bien.
Pero fíjese en esa camiseta que los Dodgers usaron para celebrar el martes por la noche: “Hechos para octubre”.
Octubre nunca está garantizado. Los Dodgers están hechos para llegar a octubre todos los años, y Roberts los dirige hacia octubre todos los años.
Via: latimes.com
