
Arianna Estrella , campeona Panamericana y del Caribe. Fuente Externa.
SANTIAGO.- El tenis de mesa de República Dominicana tiene un gran aliado en el club Máximo Morel del sector Los Salados.
Es una especie de colmena de futuros campeones de esta disciplina, que actualmente dominan las principales categorías.
Es una especie del presente y el futuro.
Lían Pérez, campeona nacional. Fuente Externa.
Morel es un entusiasta entrenador, cuya pasión por el deporte y de servir a los jóvenes del sector y distanciarlos de cualquier mala práctica, se ha convertido en un todologo deportivo.
Es un líder comunitario identificado con el deporte como práctica sañadora de la juventud deportivo barrial, apasionado y comprometido como poco, cuyas limitaciones económicas, no lo detienen.
Edwin Ventura, campeón nacional. Fuente Externa.
Sus aspiraciones son el reflejo de los casi 100 jovencitos que entrenan en diferentes días de la semana y que sueñan, raqueta en mano, con representar al país. Es el caso de Arianna Estrella, hoy la más adelantada, con muchas aspiraciones y bien cerca de su sueño.
La tarea no ha sido fácil , como en casi todos los ambiciosos proyectos, donde las precariedades y limitaciones son amenazas continúas pero a la vez motivacionales e inspiradoras.
Leidy Pérez. Fuente Externa.
Máximo pensó dejarse vencer pero apareció un bondadoso ser humano y exitoso empresario en Félix Santana, quien se identificó con el proyecto, lo asumió, convirtiendo el sueño de esas decenas de niños y niñas humildes, en una irreversible e inesperada realidad, en algo mágico.
Para muchos de los padres, agradecidos de las bondades del proyecto en favor de la formación de sus hijos, también buscan hacer causa común, con su apoyo solidario, su principal activo y mejor riqueza.
Keiley Castillo. Fuente Externa.
Para Máximo y ese grupo de jóvenes, el presente es motivador, su futuro no tiene techo, está lleno de ilusiones y esperan convertirse en ejemplares exponentes del tenis de mesa dominicano.
Lo que sí esperan, es un mayor soporte de las autoridades que rigen la disciplina, sin indiferencias ni menosprecios.
