El dolor es mucho más grande que el ocasionado por la pérdida de mi madre. No estoy preparado para soportarlo
Bianka García
Por El Pinto
¡La vida es una rueda y no se detiene!
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El autor de ésta columa lo sabe, porque esa vida, siempre lo elige para hacer pruebas de fortaleza.
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Solo señalaré algunas.
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La muerte de un hermano mayor, luego mi madre, posterior una hermana y más tarde el padre.
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Padecer serios problemas de salud; pero carajo!, aprendí a burlarme de los dolores.
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Con el fallecimiento de mi madre, creí que mi vida había terminado. Hace 18 años que pereció y todos los días la recuerdo varias veces. Admito que en oportunidades la veo y charlamos.
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Ayer me sorprendió la vida, cuando me enteré del fallecimiento de mi hija Bianka, fruto de un cáncer renal. Su deceso fue en Nueva York. No podré ver su cuerpo, por el impedimento de viajar, por la crisis del coronavirus.
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El dolor es mucho más grande que el ocasionado por la pérdida de mi madre. No estoy preparado para soportarlo.
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Mi corazón salió de mi cuerpo y voló hacia Nueva York, solo mi cuerpo continúa en República Dominicana. ¿Cómo es posible? No lo sé, pero así es.
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Ojalá la vida deje de hacer pruebas conmigo, se lo ruego, que ya termine el episodio de esta buena y larga película que he presenciado.
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Espero verte pronto hija malcriada; pero decían sus familiares y amigos: «es igual a su padre». Adiós Bianka!!!
