En la ciudad de Cincinnati donde Hank Aaron comenzó a forjar la mayor cifra de jonrones en las Grandes Ligas, Barry Lamar Bonds pegó el martes por la noche su cuadrangular número 751 que lo acercó a cuatro de la hazaña histórica.
Bonds conectó en su primer turno al bate el batazo, de dos carreras.
El jonrón en vez de sensibilizar a los aficionados, lo que hizo fue alborotarlos.
En un parque con 37.299 espectadores, Bonds fue abucheado ruidosa y largamente cuando sonó el jonrón en su tercer turno al bate, en una posible demostración de que la afición fuera de San Francisco ve sus logros con el madero a través del escándalo sobre el consumo de esteroides en las mayores.
Sea así o no, Bonds se acerca a la meta.
Bonds conectó su nuevo vuelacercas en la ciudad donde Aaron pegó su jonrón número 714 en la inauguración de la temporada de 1974 que empató la marca de Babe Ruth. El batazo tuvo por escenario el Riverfront Stadium, que fue demolido en el 2002.
El partido fue escenario de una rara coincidencia, la participación de dos toleteros que acumulan una cantidad récord de jonrones. Bonds, con 751, por los Gigantes y Ken Griffey Jr., con 585, por los Rojos materializaron el primer encuentro similar desde el 1 de agosto de 1976, cuando coincidieron Frank Robinson de Cleveland con 586 y Aaron de Milwaukee con 755.
