El clásico de Liga de mayo de 2018 en el Camp Nou.PAU BARRENA / AFP
JORDI QUIXANO
MARCELONA.- El Camp Nou nunca ha tenido otro nombre o apellido, pero los title rightsentrarán en las partidas presupuestarias de aquí a tres o cuatro cursos, cuando el club acabe de reformarlo junto con el Espai Barça y haga una puja por acompañar su nombre con una marca comercial como ocurre en muchos de los campos del mundo, sobre todo en Inglaterra y Alemania.
“Pero era una posibilidad que ahora estaba huérfana y se podía aprovechar para hacer algo positivo”, cuentan desde los despachos de la entidad azulgrana.
Así, aunque la decisión deber ser ratificada en la asamblea de los socios compromisarios del club, la junta aprobó este martes la cesión de los title rights del Camp Nou, correspondientes a la próxima temporada, a la Fundación Barça. Chute económico que se invertirá en los proyectos de investigación destinados a luchar contra los efectos del coronavirus.
Desde ya, el área comercial del Barça trabaja con las agencias internacionales para hacer un llamamiento a aquellas empresas que quieran poner su nombre al estadio en la temporada 2020-21.
Entienden que el beneficio a nivel de visibilidad para la marca comercial es brutal, pues nunca se ha desvirgado el Camp Nou, al tiempo que al club le otorga un posicionamiento social positivo.
Por lo que medirán los posibles pujantes para no ensuciar al proyecto ni a la entidad, preocupados en conseguir empresas sensibles con los temas sociales. “Preferimos no decir ni imaginar ninguna cifra”, apuntan desde el club, ilusionados por obtener lo máximo posible.
Suponen que será una marca potente, aunque también barajan la posibilidad hacer una plataforma de varias compañías para poder sumar las cifras y así llegar y ayudar a más gente, por más que resultará complicado que fructifique al no dar un nombre propio al Camp Nou.
Conseguido el patrocinador, se creará un fondo que dedicará una parte a un proyecto sobre el coronavirus y el resto se repartirá entre otros proyectos que se estén desarrollando de manera paralela tanto a nivel local como internacional.
Dichas actuaciones serán seleccionadas por un comité de seguimiento integrado por el vicepresidente Jordi Cardoner, el responsable del área comercial, Oriol Tomás, la directora de la Fundación, Maria Vallès, el presidente del colegio de médicos de Barcelona, Jaume Padrós, y el jefe de servicios médicos del club, Ramon Canal. “Es muy ilusionante”, afirman desde la Fundación, que también ha tenido otras iniciativas durante la pandemia, como la consecución de 30.000 mascarillas gracias a un socio comercial chino (Taiping Life Insurance) que donó al Departament de Salut de la Generalitat.
La directiva azulgrana, además, nombró a Joan Bladé responsable de la coordinación de las acciones y medidas a llevar a cabo para combatir las afectaciones producidas en el club por la Covid-19.
Bartomeu completa la junta
Josep Maria Bartomeu quiere recuperar la estabilidad en el planeta Barça y acabar el mandato presidencial –además de poner en la rampa de salida la opción continuista en los comicios de 2021- a su manera.
Por lo que la junta aprobó este martes la incorporación de Jaume Carreter como nuevo directivo (será el responsable de las secciones no profesionales), el número 14 como exigen los estatutos para validar y hacer operativa a la junta.
Un paso necesario después de la marejada de las semanas anteriores, cuando el presidente invitó a salir a varios directivos por desleales y seis miembros respondieron en bloque al presentar su dimisión por falta de sintonía y criterio, enzarzados incluso en una pelea dialéctica con acusaciones de corrupción.
Por otra parte, la plataforma Dignitat Blaugrana, compuesta por un grupo de ocho socios, presentó la querella por presunto delito de administración desleal y/o corrupción tras el Barçagate con I3 Ventures.
Vía: El Pais
