Por: Ramón Rodríguez
Solo han transcurrido días desde que Antonio Acosta (Colin) asumió la presidencia del Comité Olímpico Dominicano y ya han surgido voces, cuestionando su capacidad y asumiendo un pesimismo más lúgubre que el de Arthur Schopenhauer.
Creo en las críticas constructivas, por lo que, asumir una posición irrespetuosa con el nuevo presidente del COD, es obrar equivocadamente.
Quienes alegan defender el deporte y sus fines de formación integral, deben hacer propuestas viables para fortalecer el Comité Olímpico Dominicano.
El COD no tiene dueño. Es un legado de grandes dominicanos para los dominicanos. Enfocar los problemas del deporte de una manera personal contra el presidente del COD, es invalidar todos los criterios.
He manifestado en muchas ocasiones mis simpatías hacia el presidente de la Federación Dominicana de Deportes Ecuestres, José Manuel Ramos, para que ocupe la presidencia del COD. Le he asesorado hasta donde las circunstancias lo han permitido, sin empeñar bajo ningún concepto mis criterios personales.
De igual manera, he saludado las aspiraciones del amigo Luis Chanlatte, quien se ha mantenido muy activo en la búsqueda de la presidencia del COD, asumiendo el difícil rol de ser un crítico tenaz a lo interno de esa entidad.
José Manuel Ramos
y Luis Chanlatte son reconocidos como los dos dirigentes llamados a producir los cambios que requiere Movimiento Olímpico Nacional.
Ambos deberán exhibir mucha inteligencia emocional y estar en la disposición de sumar, y la mejor manera de enviar un buen mensaje, es ayudando a Antonio Acosta, para que haga un buen trabajo, sin que eso signifique, claudicar a las denuncias cuando surja cualquier indelicadeza o violación a los estatutos y la Carta Olímpica.
Como estudioso de la historia, puedo testimoniar, que grandes hombres han perdido la vida, por ignorar el siglo en que viven. Estamos en el siglo 21. Pretender dirigir las instituciones de hoy al margen de la ley y sin la transparencia debida, es ‘’querer perder la vida’’.
Y esa es la mejor ayuda que puede recibir el amigo Acosta. Hay que hacerle entender al nuevo presidente del COD, que “toda la grandeza del mundo cabe en un grano de maíz, como decía Martí.
Por lo tanto, no se explica que Acosta, aún no haya resuelto el caso del coronel Diego Pesqueira y otros atletas de lucha, suspendidos a 15 y 20 años como si fueran traidores a la patria.
Me hicieron llegar un estudio de los seis meses del presidente Abinader y presenta al ministro de Deportes, Francisco Camacho, entre los cuatro ministros mejor valorados, junto a Orlando Jorge Mera, Eduardo Sanz Lovatón y David Collado. Un buen motivo para que el deporte trabaje unido.
