
Por Kevin Cabral
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Con su victoria del miércoles contra los Toros del Este en el Estadio Francisco Micheli las Águilas Cibaeñas mejoraron su marca en la temporada 2025-26 a un extraordinario 17-3. Es el mejor inicio de los 22 veces campeones nacionales desde la temporada 2004-05, cuando también ganaron 17 de sus primeros 20 enfrentamientos.
Aquella versión de las Águilas culminó la estación con marca de 30-19, conquistando la serie regular.
Los tórridos arranques caracterizaron al conjunto cibaeño en esa época donde constantemente estaba asistiendo a series finales. De hecho, en el período de siete torneos entre 1998-99 y 2004-05, ganaron por lo menos 13 de sus primeros 20 encuentros en cada ocasión.
El colchón que creaban era importante porque daba la oportunidad para que los estelares de Grandes Ligas del conjunto se integraran con el equipo prácticamente clasificado.
Hablando específicamente de la temporada 2004-05, tanto Miguel Tejada como Tony Batista participaron en apenas un partido de serie regular. Como era costumbre, Tejada agotó jornada completa de 162 partidos en Grandes Ligas en su primer año con los Orioles de Baltimore. Batista, por su parte, participó en 157 encuentros con los Expos de Montreal. Ambos necesitaban descanso.
Ante esa realidad unida a una lesión que mantuvo inactivo a Mendy López, el dirigente Félix Fermín dependió de la producción del estelar Luis Polonia, Edwin Encarnación, Alex Fernández, Wily Mo Peña, Alexis Gómez, Víctor Díaz y otros para clasificar sin contratiempos.
En cuanto al pitcheo, las figuras principales fueron Juan Francisco Peña (seis victorias), Nelson Cruz (cuatro triunfos), el cerrador José Vargas y los relevistas Arnaldo Muñoz y Santiago Ramírez.
En el todos contra todos, el cuerpo monticular se fortaleció con las integraciones de Julián Tavárez, José Lima, Miguel Batista y Claudio Vargas, mientras que la ofensiva ya podía contar con Tejada y Batista a tiempo completo, además del importado Matt Cepicky, quien resultó una decisiva contratación para esa etapa.
Tejada estuvo “en fuego” durante la semifinal, bateando .322/.339/.627 con cinco cuadrangulares y 18 carreras remolcadas, ayudando al equipo a ganar 11 de 18 partidos y preparando el escenario para un enfrentamiento con los Tigres del Licey en la serie final.
De esa final recordamos los brillantes desempeños de Tejada, Polonia, Cepicky y Félix Martínez, quien bateó un robusto .440.
Y ni hablar de la apertura brillante de Julián Tavárez en el Estadio Cibao en el decisivo séptimo encuentro. El “Muñeco”, ganador de 21 partidos en post-temporada, se enfrascó en un duelo con Juan Cruz y prevaleció, llevando a las Águilas a la corona de esa estación 2004-05, que tuvo el sello de un histórico inicio que se repite poco más de 20 años después.











