Justin Minaya (izq), figura de Providence, posa con su padre Omar Minaya tras un partido contra Butler el 10 de marzo del 2022 en Nueva York. (Frank Franklin II/AP)
NUEVA YORK. — Justin Minaya llevaba el béisbol en la sangre. Con el correr de los años, no obstante, su idolatría por José Reyes dio paso a la idolatría de Kobe Bryant y el básquetbol se le metió en el corazón.
Ahora solo restaba decírselo a su padre.
No era tarea sencilla. Su progenitor no es uno de esos padres de pequeñas ligas. Es Omar Minaya, el gerente general que casi lleva a los Mets a la Serie Mundial. Y antes de eso, el primer gerente general hispano en la historia de las grandes ligas, con los Expos de Montreal.
No hace falta decirlo, Justin pasó su infancia blandiendo un bate y corriendo las bases. Su pasión por el básquet vino después.
“De niño, el béisbol era mi deporte preferido. Quería jugar en las grandes ligas. Ser como José Reyes”, declaró Justin.
Buscatalentos de corazón, su padre Omar dice que Justin era un pítcher zurdo con buen brazo, que podía fildear pelotas en el jardín central.
Pero en la secundaria pegó tremendo estirón, llegando a los 1,98 metros (6 pies 6). Por esa época falleció su tío James Albright, apasionado del básquet y de Bryant en una familia beisbolera.
“Uncle Jay” le transmitió su pasión por el básquet.
“Lo quería mucho. Hizo que me dedicase al básquet”, cuenta Justin.