El hijo de Shaquille O’Neal sigue trabajando para cumplir su sueño de llegar algún día a la NBA y ahora acaba de firmar un contrato de seis cifras con la liga menor de baloncesto conocida como la G League. Shareef, de 22 años, jugará con los Ignite, un equipo con sede en Nevada, y ha celebrado la noticia en Twitter escribiendo: “Vegas, allá vamos. Gracias, Ignite”.
Se trata de una gran noticia para el joven alero que, sin embargo, no le habrá hecho demasiada gracia a su padre, que nunca ha visto con buenos ojos su empeño por seguir sus pasos.
“Él quería que continuara en la escuela. Sabe que estoy trabajando con equipos. Pero no voy a mentir, no hemos hablado de esto. Estoy pasando por ello por mi cuenta”, aseguró Shareef el pasado mes de junio.
También es muy consciente de que lo tendrá mucho más difícil que ‘Shaq’ para abrirse camino hasta el más alto nivel porque, a diferencia de su padre, no se encuentra entre los primeros del ‘Draft’ en el que se elegirá a los jugadores que darán el salto a la NBA en julio.
El futuro del joven en el deporte que convirtió a su padre en una estrella parecía bastante incierto debido a la operación de corazón abierto a la que se sometió en 2018 y a las lesiones en los pies que sufrió en 2020 y 2021.
En su etapa universitaria jugó tres temporadas con la Universidad Estatal de Luisiana, por donde también pasó Shaquille, y la Universidad de California en Los Ángeles mientras seguía luchando con sus problemas de salud que afectaron a su rendimiento.
Por el momento no han trascendido el resto de detalles del acuerdo, pero lo importante es que le ofrece la oportunidad de seguir mejorando su juego tras competir en la Liga de Verano con Los Ángeles Lakers esta temporada.
Via: eldiariony.com
