
Miami, Florida.-En el deporte no todo el que tiene micrófono es periodista, ni todo el que tiene seguidores es una voz autorizada. La credibilidad no se hereda: se construye.
El caso de Mike Deportes es una muestra clara de que los likes muchas veces influyen negativamente en el ser humano : ¿estamos confundiendo influencia con formación?
Cuando se representa a una institución como los Tigres del Licey, no se puede comunicar desde la grada. El rol exige equilibrio, ética y una línea clara entre opinión y responsabilidad pública, a menos que haya sido contratado para maltratar.
Una cosa es tener pasión por el equipo, y otra muy distinta es ejercer funciones de comunicación con el comportamiento de un fanático. No es un ataque personal. Es una reflexión profesional.
También he notado que su accionar se parece mucho al del colega Franklin Mirabal, que es un profesional probado, director de medios y que los fanáticos ha aceptado su estilo irreverente.
Quizás ese estilo de Mirabal influya en las acciones de el joven comunicador, que no tiene el background ni el respeto de Franklin, lamentablemente a él no le luce.
El periodismo deportivo no se improvisa.
También nos hemos dado cuenta que este señor tiene la desfachatez de faltarle a glorias del periodismo dominicano como lo es Luichy Sánchez quien merece todo el respeto.
Con esto se muestra una vez más que los likes y seguidores en redes no es para todo el mundo, no saben aprovechar el impacto que esto ocasiona para tener una carrera limpia y con influencia positiva.
La objetividad no es opcional.
Y la credibilidad no se gana con volumen, se gana con preparación.
Esto no va de nombres.
Va de estándares.
Y de respeto por el oficio.









