
Por Elwin Peña “El Súper Profe”
Hemos vivido una historia romántica sobre el deporte del aro y el balón: medallas en Juegos Centroamericanos, los inolvidables juegos de Chicho Sibilio y Vinicio Muñoz, los ascensos de Tito Horford, el emocionante distrital con Grillo Vargas y José “Maita” Mercedes, además del baloncesto de Santiago con Mauricio Espinal, Bombo Abreu y Eladio “Yayo” Almonte, entre otras figuras que forjaron identidad y pasión.
Sé que muchos han empezado a quejarse por el poco apoyo de la fanaticada al TBS del Distrito, o por el resultado de la selección en el AmeriCup, pero aun con esas realidades, querido lector, quiero mover esta inquietud y hacerte la pregunta que titula este escrito: ¿Está el baloncesto dominicano en su mejor momento?
El baloncesto con mayor aceptación 📈
Nunca antes el baloncesto había tenido tanta proyección en nuestro país. Las canchas de los torneos superiores están llenas, y en cada provincia el baloncesto mueve multitudes. El seguimiento a la Selección Nacional ha alcanzado un nivel de identificación pocas veces visto: cada clasificación mundialista, cada AmeriCup y cada actuación internacional son seguidos con orgullo por miles de fanáticos.
Hoy el baloncesto dominicano no solo entretiene: se ha convertido en un fenómeno social y cultural que proyecta identidad y marca país.
Los talentos emergentes 🌟
Estamos presenciando el final de la carrera de grandes referentes como Víctor Liz y Adris de León, jugadores que dejaron huellas profundas en torneos locales e internacionales. Sin embargo, el relevo está garantizado.
Omar Silverio, Jassel Pérez y Luismal Ferreira comienzan a mostrar condiciones de figuras de futuro. Anyeuris Castillo, Jean Montero y Andrés Féliz ya son realidades probadas, mientras que Joel Soriano y el grupo con roce NBA fortalecen la competitividad de nuestra selección.
La transición generacional luce encaminada, y con ella se asegura la permanencia del baloncesto dominicano en escenarios internacionales.
La presencia en la NBA 🇩🇴🏀🌍
La República Dominicana nunca había tenido tanta visibilidad en la liga más exigente del planeta. Karl-Anthony Towns se mantiene como nuestra gran figura internacional, con un presente sólido, mientras que Al Horford, ejemplo de constancia y liderazgo, se acerca al cierre de una carrera de salón de la fama.
A ellos se suman nombres como Lester Quiñones, David Jones García, Koby Brea, entre otros jugadores con raíces dominicanas que ya forman parte del ecosistema NBA. Su presencia en la mejor liga del mundo aumenta la inspiración para las nuevas generaciones y refuerza la posición del país como una cantera de talento.
La expansión global del talento dominicano 🌎✈️
Además de la NBA, el baloncesto dominicano ha logrado algo histórico: expandirse a diferentes ligas profesionales alrededor del mundo. Cada vez más jugadores se abren paso en torneos como la ACB en España, la Liga de Uruguay, la LNB de México, la Liga Nacional de Argentina, la liga profesional de Colombia, el BSN de Puerto Rico, entre otras competiciones de alto nivel.
Esto no solo amplía las oportunidades para nuestros atletas, sino que fortalece la imagen del baloncesto dominicano como un semillero exportador de talento. Tener presencia en múltiples ligas extranjeras permite mayor desarrollo competitivo y asegura que el baloncesto criollo siga ganando respeto a nivel global.
Comunicación y medios: un impulso viral 📺📱
Otro aspecto que no puede pasar desapercibido es el de la comunicación. Los programas televisivos, los espacios digitales, las redes sociales y hasta los llamados pagineros han convertido al baloncesto en contenido viral.
Este ejército mediático brinda un apoyo masivo e incondicional tanto a los atletas como a la disciplina misma, logrando que cada jugada espectacular, cada resultado y cada historia personal de nuestros jugadores se difunda de manera inmediata. Esa ola digital ha hecho que el baloncesto alcance públicos que antes no se interesaban en el deporte, transformándolo en un fenómeno de conversación nacional.
Plataformas como cancha entera, adicción al basket, Baloncesto Mundial, Donqueando, DomDeportes, brindan información sobre nuestros atletas y dan seguimiento y publicidad a los mismos, así como, los medios tradiciones de prensa escrita, radio y televisiva.
Construcción de canchas y apoyo institucional 🏟️
El crecimiento del baloncesto también se refleja en la infraestructura. Se han remozado y construido canchas en distintas localidades, lo que permite que los torneos provinciales y municipales tengan un mejor espacio para desarrollarse.
La Fedombal, junto con las asociaciones y clubes, ha asumido un papel fundamental en la organización y supervisión de competencias. El trabajo articulado entre dirigentes y comunidades deportivas mantiene al baloncesto como uno de los deportes con mayor dinamismo en el país.
¿Qué nos falta? 🤔
Aunque la fotografía general es positiva, todavía existen retos que deben ser abordados con urgencia para consolidar este momento como una verdadera era dorada:
1. Formación de entrenadores: necesitamos técnicos mejor preparados y con programas permanentes de actualización.
2. Sistema escolar deportivo: urge la integración del baloncesto —y del deporte en general— al currículo escolar, con enfoque en la formación integral.
3. Sensibilización de la fanaticada: la disciplina y el respeto en las gradas aún son asignaturas pendientes.
4. Apoyo gubernamental sostenido: hoy existe respaldo, pero la experiencia enseña que en otros momentos el deporte ha quedado huérfano. La constancia será clave.
5. Educación y formación de los atletas: si bien es cierto que decenas de atletas logran una mejor formación en el sistema de becas universitarias, muchos de ellos requieren de una mejor formación en cuanto a su manejo personal, desde la comunicación hasta el cuidado de su cuerpo. No preparase como atleta de alto rendimiento, disminuye el tiempo útil, como atleta.
✍️ El baloncesto dominicano está en una etapa de protagonismo como nunca antes: jugadores en la NBA, talentos emergentes, expansión global en diferentes ligas, comunicación masiva que lo hace viral, torneos locales competitivos y selecciones que despiertan pasión.
Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es la misma con la que abrimos este recorrido: ¿estamos realmente en el mejor momento o apenas frente a la antesala de una gran era?













