
Santo Domingo, RD (Nelson de la Rosa/Prensa CBPC).– La temporada 2025-26 del béisbol invernal del Caribe entra en un tramo decisivo, con las principales ligas de la región activas y en plena lucha por los puestos clasificatorios.
En la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom), la ronda regular comienza a apretar. Las Águilas Cibaeñas continúan exhibiéndose como el conjunto más sólido del torneo, mientras se perfila una batalla reñida para determinar los otros tres equipos que avanzarán a la siguiente etapa.
En México, la Liga ARCO Mexicana del Pacífico (LAMP) transita su segunda vuelta tras concluir el primer segmento entre octubre y noviembre. En esta fase, el debutante Jaguares de Nayarit ha sorprendido al mantener aspiraciones firmes de clasificar a los playoffs, una ronda en la que tradicionalmente figuran organizaciones de largo historial como los Yaquis de Obregón, Naranjeros de Hermosillo y Tomateros de Culiacán.
La acción también se mantiene vibrante en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). El calendario avanza con normalidad y la tabla presenta un equilibrio notable: a falta de 16 jornadas para la mayoría de los equipos, la diferencia entre el líder Bravos de Margarita y el sotanero Leones del Caracas es de apenas cuatro juegos, una señal clara de lo cerrada que está la contienda en territorio venezolano.
Mientras tanto, en Puerto Rico, la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) ya ha superado la mitad de su calendario regular. Aunque los seis equipos conservan posibilidades reales de avanzar, Cangrejeros de Santurce y Leones de Ponce han logrado tomar ventaja y se perfilan como los dos conjuntos más consistentes rumbo a la clasificación.
El desarrollo simultáneo de estas ligas resalta el atractivo del béisbol invernal caribeño. Este escenario no solo permite a jugadores locales y veteranos sostener su ritmo competitivo, sino que también abre espacio a peloteros con experiencia en Grandes Ligas y a prospectos en ascenso. En el caso de Puerto Rico, la LBPRC proyecta superar los 400,000 aficionados esta temporada, un indicador del renovado entusiasmo alrededor del certamen.
Además, la cercanía con el periodo de receso de la MLB convierte a estos torneos en una plataforma ideal para que las novenas ajusten piezas, recuperen ritmo o evalúen talento. Esa combinación de desarrollo, espectáculo y competitividad mantiene al béisbol caribeño como una de las ofertas deportivas más sólidas durante el invierno.
De cara a las próximas semanas, la intensidad aumentará en cada circuito: LIDOM definirá a los clasificados al Round Robin; México y Venezuela entrarán en etapas cruciales; y Puerto Rico se encaminará al cierre de su fase regular. Si las tendencias actuales se mantienen, la Serie del Caribe 2026 —que reunirá a los campeones de estos torneos— perfila desde ya un espectáculo de alto nivel para los fanáticos del béisbol regional.












