Por Elwin Peña “El Súper Profe”
Llegamos a la penúltima fecha del torneo con partidos de vital importancia en materia de clasificación y, por qué no, con otros de valor histórico y estadístico.
Cuatro equipos controlan su destino rumbo a la postemporada y el escenario no podría ser mejor en la fiesta del béisbol dedicada a Don Juan Marichal, en la versión 72 de LIDOM. Un dato no menor: al menos dos equipos clasificarán jugando por debajo de .500.
La historia y los equipos campeones por debajo de .500
La historia respalda este contexto. Equipos con récord negativo se han coronado campeones en múltiples ocasiones. En la temporada 2012-13, el Escogido, dirigido por Audo Vicente, terminó la serie regular con marca de 23–28 para un porcentaje de .451, avanzó al Round Robin con récord de 10–7, llegó a la serie final y barrió de forma invicta en cinco juegos a las Águilas.
Ese mismo conjunto del Cibao, en la estación 1971-72 bajo el mando de Osvaldo Virgil, finalizó en el tercer puesto con marca de 29–31 para promedio de .475. Posteriormente, barrió a las Estrellas en la semifinal en tres desafíos y luego enfrentó al Licey en la final, la cual estaba pactada a un 9–5 y fue ganada en ocho partidos.
En la temporada 1991-92, el Escogido, conducido por Felipe Rojas Alou, cerró la fase regular con récord de 23–25 para promedio de .479, finalizando empatado en la segunda posición. Avanzó al Round Robin, donde registró marca de 11–7, alcanzó la final y derrotó a las Estrellas en cuatro encuentros para alzarse con la corona de manera invicta.
El Licey también sabe lo que es ganar campeonatos terminando la serie regular por debajo de .500. En la campaña 1963-64, bajo la dirección de Vernon Benson, los azules concluyeron terceros con récord de 28–30 para promedio de .483.
En la semifinal, pactada a un 5–3, perdieron los dos primeros juegos ante el Escogido y luego ganaron los siguientes tres. En la final, pactada a un 9–5 frente a las Águilas, cayeron en los primeros tres encuentros y posteriormente se impusieron en los siguientes cinco para proclamarse campeones.
Más adelante, en la temporada 1982-83, con Manuel Mota como dirigente, el Licey terminó en el segundo puesto con marca de 29–30 para promedio de .492. Superaron a las Estrellas en la semifinal en cuatro encuentros y luego vencieron a las Águilas en la serie final en siete partidos.
Escenarios históricos para las Águilas frente a los Toros
Las Águilas, ya clasificadas, disputan dos partidos ante los Toros del Este. Si ganan ambos encuentros, llegarán a 34 victorias y empatarán la marca histórica de triunfos en una temporada, establecida por los Tigres del Licey en la campaña 2022-23 y por los Toros del Este en la estación 2019-20, ambos equipos campeones en esos torneos. Si dividen honores o caen en ambos compromisos, se mantendrán en la primera posición, aunque sin alcanzar el récord, priorizando el cierre competitivo de la serie regular.
Estrellas y Escogido, partido decisivo
Este enfrentamiento define por completo el panorama. Estrellas Orientales y Leones del Escogido se miden en un duelo directo en el que no existe posibilidad de empate en escenarios.
El ganador clasificará con récord de 23–27, mientras que el perdedor quedará eliminado con marca de 22–28. La probabilidad de clasificación es de 50 por ciento para cada conjunto y todo se resume en ganar o despedirse.
Tigres del Licey obligados a ganar dos, Gigantes con gran chance
La serie particular entre Gigantes del Cibao y Tigres del Licey, con dos partidos alternando sedes, definirá el último boleto disponible.
Los Gigantes clasificarán ganando al menos uno de los dos encuentros, escenario que les permitiría alcanzar 23 victorias o más. En el caso del Licey, la única vía de clasificación es barrer la serie 2–0; cualquier otro resultado los deja fuera de la postemporada.
Conclusión
Lidom vuelve a demostrar por qué es una de las ligas más competitivas del béisbol profesional. Historia, dramatismo y definiciones claras se combinan para ofrecer un cierre de temporada digno de una película. La expectación será máxima en estas dos fechas restantes y, como manda la tradición, todo se decidirá en el terreno de juego.
