Ramón Rodríguez
Algunas personas usan como bálsamo para su ignorancia, catalogar de ‘’ Teórico’’ a todo aquel que tiene la capacidad de exponer cualquier proyecto con ideas brillantes.
En mi entrega de hoy, me tomo el riesgo de despertar a esos sempiternos trogloditas, pero es necesario teorizar un poco sobre el Movimiento Deportivo Nacional, sobre todo el olímpico y federativo, receptores de casi todo el presupuesto que se le asigna al Ministerio de Deportes.
Nadie se salva del juicio de la historia, sólo hay que recordar que después de aquel glorioso Mayo Francés de 1968, donde el Movimiento Estudiantil arrodilló al presidente Charles de Gaulle, los jóvenes alemanes se interesaron por preguntar a sus padres, cuál había sido su rol en el holocausto.
Igual deberá suceder en la República Dominicana, con el surgimiento de un Movimiento Deportivo contracultural que cuestione el manejo de todos los recursos que destina el Estado dominicano en el deporte olímpico. Todavía el deporte olímpico es manejado por una élite.
No existe una cultura en los líderes olímpicos de informar al país y a los contribuyentes que se hace con tantos millones. Es una cultura que fomenta la idea de que la soberbia y el poder deben ir de la mano.
En el deporte olímpico, se conoce más al secretario general del Comité Olímpico Dominicano Luis Chanlatte que a la jinete dominicana, Yvonne Losos de Muñiz, ganadora de medallas en Juegos Panamericanos.
Los dominicanos no conocen a quienes deben ser sus verdaderos ídolos: Audrys Nin, Crismery Santana, Alexander Ogando, María Altagracia Moronta, Bernardo Pie, Beatriz Pirón, Junior Alcántara, Robert Florentino, entre otros.
Aspiro a que surja un sólido Movimiento contracultural en el Movimiento Olímpico, que asuma una actitud crítica, sobre todo, hacia los miembros actuales del COD, quienes se comprometieron con el país a transformar esa entidad rectora del olimpismo y hoy, ni siquiera han podido iniciar una reforma a unos estatutos inservibles.
La imaginación al poder, sentenciaron los muchachos del Mayo Francés que Jean Paul Sartre apoyó con tanto entusiasmo y que sirvió de inspiración a Abbie Hoffman.
Quizás tome tiempo el crear una conciencia histórica para la formación del movimiento contracultural que propongo y al cual le dedicaré algún tiempo. Nadie sabe si algunos viejos amigos se entusiasmen en adecentar ese vetusto Comité Olímpico Dominicano.
Todavía no entiendo el miedo de tantos dirigentes deportivos valiosos, incluso exmiembros del COD, que sólo critican desde un recoveco del hogar y no se atreven a echar el pleito para que se modernice ese prehistórico Comité Olímpico Dominicano.
Esperemos el 2026. ¿Se atreverán a aspirar a la presidencia del COD, algunos de los miembros actuales?.
