
Por Elwin Peña “El Súper Profe”
Albert Abreu, uno de los brazos con más talento natural de la pelota dominicana, ha mostrado una notable transformación en su estilo de pitcheo en la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM). El lanzador de los Tigres del Licey, quien ha realizado 29 aperturas en serie regular sin presentaciones como relevista, mantiene un patrón preocupante: su capacidad de ponchar rivales ha disminuido de manera progresiva en los últimos años.
De promesa dominante a lanzador de contacto
En sus primeras temporadas, Abreu combinaba una recta poderosa con gran agresividad desde el montículo. En 2018, finalizó con 0-2, 0.90 de efectividad, 1.20 de WHIP, 20 entradas, 15 ponches y 11 boletos, enfrentando 85 bateadores. Dos años después, en 2020, consolidó su dominio con 19.1 innings, 23 ponches, 12 boletos, 2.79 de ERA, 1.14 de WHIP y 78 bateadores enfrentados, mostrando una capacidad de ponchar a más del 29% de sus oponentes.
A partir de 2021, esa curva empezó a invertirse. Aunque registró 3-3, 2.25 de efectividad, 1.38 de WHIP en 24 innings, apenas logró 11 ponches, con 102 bateadores enfrentados y una tasa de ponches de solo 10.7%, muy inferior a la de años anteriores.
En 2022, bajó a 9 ponches en 11 entradas, enfrentando 50 bateadores, con 3.27 ERA y 1.54 de WHIP.
En 2024, trabajó 22.2 innings, 15 ponches, 9 boletos, 3.18 ERA, 1.46 WHIP y 100 bateadores enfrentados.
Y en la temporada actual, lleva 8 entradas, 4 ponches, 4 boletos, 4.15 ERA, 1.15 WHIP, enfrentando 34 rivales.
En total, Abreu ha enfrentado 449 bateadores en serie regular, con 77 ponches y 47 boletos, cifras que reflejan un descenso sostenido en su dominio aéreo.
Brillantez en postemporada y contraste en rol
Durante el Round Robin 2021-22, Abreu fue uno de los brazos más efectivos de los Tigres: en tres aperturas, dejó marca de 1-2, con un impresionante 0.56 de efectividad, 0.94 de WHIP, 16 entradas, 2 boletos y 10 ponches.
Esa versión dominante contrastó con la de los años siguientes, en los que su frecuencia de ponches bajó de forma visible.
En postemporada 2022-23, cambió de rol y se desempeñó exclusivamente como relevista, lanzando 6.1 entradas sin permitir carreras, con 2 boletos y 7 ponches, mostrando que aún puede ser dominante en episodios cortos.
En Grandes Ligas, otra historia
Mientras su dominio en LIDOM ha disminuido, en Grandes Ligas Abreu ha mostrado una versión más consistente: 6-5, 4.58 de efectividad, 1.44 de WHIP y 136 ponches en 135.2 innings desde 2020 hasta 2023, lanzando para los Yankees de Nueva York, Rangers de Texas y Reales de Kansas City.
En MLB mantiene una tasa de 9.0 ponches por cada nueve entradas, muy superior a su promedio de 5.7 en las últimas tres temporadas de LIDOM.
Conclusión: el reto de volver a dominar
Albert Abreu no gana un partido en la LIDOM desde la temporada 2021-22, y aunque su control y experiencia lo mantienen vigente en el cuerpo de lanzadores azules, su reto actual es reencontrarse con la agresividad que lo caracterizó en su ascenso al béisbol de las Mayores.
El talento sigue intacto; lo que falta es reencontrar ese equilibrio entre poder y precisión, que lo convierta nuevamente en el lanzador dominante que un día fue tanto en el Bronx como en el Quisqueya.














